Hoy recuperamos este
disco que data del año 1987, y que fue el segundo lp de una banda que
enloqueció a un buen montón de veinteañeros que empezábamos a descubrir nuevos
sonidos en la década de los 80’s. Las bocas estomacales tomaron su nombre
del libro de John Kennedy Toole y de las desventuras de Ignitus con su
estomago narradas disparatada y maravillosamente en la “Conjura de los
necios”. Este grupo sueco se dio a conocer por estos lares gracias a la
invasión sueca en forma de magnificas bandas de rock and roll siguiendo la
estela de unos imparables Nomads. Los Stomach mouths nos fliparon con un
primer lp que bajo el titulo “Something Weird” te inyectaban
sonidos de genuino garage punk teenager en la misma vena que lo hacían
unos Primates, Gravedigger V o Gruesome, con un desparpajo que les
valió hacerse con un montón de seguidores en todo el mundo, incluso Greg
Shaw los ficha en su momento para su indispensable sello Voxx. Con ese primer
lp aun apalancado en el giradiscos llega un segundo minilp con cambios en la
formación donde encontramos al bueno de Jens Lindberg. Los seis temas que
completan este “In Orbit” arranca con “Keep on looking” donde el
sonido del teclado de Anna hacen que las baldosas se muevan a cada golpe de tecla
y es que suenan como una apisonadora de garage punk sin concesiones,
“Don’t you know” tiene el reconocible toque de Jens y es sin
duda uno de los mejores temas de este disco, el nuevo componente firma
también “Heart of Stone” dando ya da muestras de su mano para hace
canciones,. En la cara b arremeten con “What kind of man” en donde el r&b y
el soul son saqueados con el descaro de cuatro jóvenes que no piensan en el
purismo a la hora de interpretar dando como resultado una frescura que hoy
treinta años después se puede disfrutar. “You’d better find out” y esa
joyita de pop 60’s repleta de fuzz y farfisa titulada “Hold me now”
cierran este disco y prácticamente la carrera de la banda que hoy ocupa un
espacio en este blog gracias a una de esas historias que a todos los amantes de
los discos nos flipan, puesto que tras casi tres décadas, en algun lugar han
aparecido varias cajas con copias de este “In orbit” con los consiguientes
recelos y resquemores conspiranoicos pensando si serán copias de la época
o una re-edición encubierta, yo solo puedo aventurar que comparando mi vieja
copia con una de estas nueva encontradas, la única diferencia que encuentro es
el inevitable paso del tiempo que enriquecen más sí cabe mis dos copias y
me dan un motivo mas que loable para volver a escuchar y disfrutar a los
Stomachmouths. (Oscarkotj -2016)
Discografía
This Is..... The Stomach Mouths (Månsi Sunlight 1985 single)
Nueva golosina en
formato de vinilo a cargo de los responsables de Chaputa. Si hace unos meses
nos ponían los dientes largo y la testosterona por las nubes con el doble
single de los Nomads y Maharajas, en esta nueva entrega recuperan a los
veteranos Satelliters y a los prolíficos Smoggers, una batalla de bandas en
toda regla en donde los alemanes arrancan con “What’s wrong with Mr. Shale” una
pequeña maravilla de garage con pinceladas de folk y psicodelia con
inequívocos guiños a Squires y Paragons, con muy finos momentos de
guitarra y con un teclado omnipresente a lo largo del tema dejando
claro porque son una de las bandas de peso dentro del género en este viejo
continente. En la cara b con “The Thing” entregan un tema efectivo a base de
simplicidad, coros , farfisa ( con momentos increíbles ) y un bajo de
contundente sutileza. Dos temas para atesorar junto a su dilatada discografía a
lo largo de 22 años. The Smoggers llevan mucho menos años pero su
discografía crece a pasos agigantados, este nuevo sencillo contiene dos nuevos
temas en donde dan más cabida al órgano vox de Ana en ese
“Because I love you” que me recuerda mucho a los discos que el recién fallecido
J D Martignon editó en su sello Midnight Records, bandas como
Tryfles, Outta Place, Frosted Flaykes o unos primarios Fuzztones. En
la cara b se sumergen en su propia mente con los psicodélicos sonidos
de “Who I am”, un medio tiempo en donde los ecos de las puertas acompañan
la interpretación vocal de Fernando. Un artefacto sonoro con una
excelente presentación a todo lujo con magnífica portada doble a
cargo de Rui Ricardo, que hace que estemos ya pensando en el tercer volumen de
esta serie.
Estos chicos ya nos
sorprendieron con sus siete pulgadas a los que ya dedicamos su bien merecido
espacio en este blog. Su primer lp es otro de esos artefactos que no te dejan
mal sabor de boca. La banda agarra un buen puñado de canciones oscuras y las
llevan a su terreno, recuperan las caras A de sus dos primeros singles , “Got
to have you lovin’ ” y “You just gotta know my mind” respectivamente y dan paso
a nueve temas firmados por tipos como Brian Diamond and
The Cutters con un visceral “Shake, Shout and Go”, The Plague desde Nuevo
Mexico y su “Go Away”, el grupo de chicas The What Four que desde Manhattan
dejaron un maravilloso “(I’m
gonna) destroy that boy” ,además siempre
es un placer reencontrarse con el clásico “Little white lies” de Painted Ship,
o escuchar por primera vez “My
baby’s been cheating” original de A.C Reed & His Band. Recuperan a Etta
James y su manera llevarte al cielo cuando cantaba “Seven day fool” y al eterno Chuck Berry con “I’m
Talking about you”. Cierran el disco con otra rareza de funk soul a cargo de
los Shells titulado “The Whisplash”. Todos los temas son anteriores a 1968 y
ejecutados con auténtica pasión y entrega sin perder el alma en ningún momento
. (Oscarkotj-2016)
Hay días en que uno se
siente afortunado y se encuentra con discos como este llamando a su
puerta. La banda es una perfecta desconocida para un servidor aunque los
sonidos que escupe al poner la aguja sobre los surcos son esos que han marcado
mi vida a lo largo de los años. La necesidad de saber más sobre este grupo me
hace buscar información y me ubica en Phoenix (Arizona), estado que
ha regalado a mi memoria bandas como Overcoat, Al Perry o Love Me
Nots. Entre los agradecimientos del disco me encuentro con mi viejo amigo
Orin Portnoy (Outta Place, Lone Wolves) y tras una primera escucha no puedo
evitar volver a poner a girar este plástico que abre con un infecto “Riddle me
this” una extraña mezcla de paranoia que se me escapa de la manos, sonidos de
guitarras surfeando en una caverna, un órgano que literalmente te hace sangrar
los tímpanos , mientras tu mente hace un flashback de películas de serie z a lo
largo de los escasos tres minutos que dura el tema. Le siguen
“Monster” y “New Rope” con las mismas premisas sónicas,
“Bubblegum” agarra el lado más pop pero lo interpretan a su manera con esas
guitarras punzantes que me han atrapado desde el primer momento. “Dropout” es
una cara A de single en toda regla y “Planet Katey” en clave instrumental hace
de banda sonora a todas esas inquietudes inconfesables que todos tenemos
a buen recaudo. En la cara b nos topamos con un crudo “Ghost Writer” con
guitarras surfeantes pero lejos del sonido clásico del género y con una actitud
usurpada a la generación del 77, le siguen “Outta my mind” que a golpe de
pandereta recupera de mi subconsciente ecos del “No fun” de los Stooges cuando
las seis cuerdas vibran, el punk rock infecto de teclado lo encontramos en
“Back in town” que junto a la inmediatez de “Just a rumor” van completando un
disco que a cada nueva escucha se hace más necesario y que cierran con
“It’s enough” . Poco más de 30 minutos de locura sonora en donde esta banda,
que ha tomado su nombre de la película que dirigió Gebne Fowler Jr en 1959, ha
sido capaz de inquietarme con sus sonidos. Este disco que fue editado en el año
2014, es el último hasta la fecha de la banda que en breve tendrá nuevas
referencias en el mercado y puedo asegurarte nuevas canciones que
no te dejaran indiferente. Desde esta página dar las gracias a Joe Zimmerman
guitarrista de la grupo por ponerse en contacto conmigo y hacerme participe de
los sonidos de esta banda. (Oscarkotj-2016)
Casi diez años de amistad verdadera, en donde hemos compartido todo, momentos amables y días realmente duros, pero ahí estamos manteniendo esta amistad como el tesoro mas valioso del mundo. Muchas felicidades deseadas desde lo mas profundo del corazón.
Amo a los Woggles por encima de todas las bandas y
los motivos son incontables. Más de 25 años de trayectoria han demostrado que
los suyo es autentica entrega y que pueden permitirse lo que les salga del arco
del triunfo. Posiblemente sean de las mejores bandas que han pisado un
escenario, con
El Professor como auténtico chiflado capaz de arengar a las masas como nadie.
En su último disco han cogido unos cuantos temas de música negra y los han
llevado a su terreno, empezando por “Karate Monkey” un llena pistas que
no deja un solo segundo de respiro, con una banda totalmente entregada y
dejando bien claro quienes son los putos jefes. El tema fue firmado por
Billy Jackson y llevado a las multitudes de la mano de Chubby Checker. La banda
se calma cuando agarran el tema de los Hermanos Cornelious “Treat
her like a lady” pero sin perder un ápice de intensidad, haciendo una versión
más que recomendable. Cerrando la cara a de este 10” pulgadas cogen el éxito de
la banda de Detroit 100 Proof Aged in Soul y recuperan el tema con el que
vendieron un millón de copias a principios de la década de los 70’s
“Somebody’s been sleeping” y que en directo, en las manos de estos chicos,
puede ser catártico. En la otra cara se atreven con el portentoso Jimmy
Robbins y su demoledor “I can’t please you” al que ralentizan en la
ejecución , es cierto, pero del que no salen mal parados, con
magníficos momentos de guitarras y órgano y buena sección de viento
con lo que defienden el tema perfectamente pero sin llegar al nivel
del original en ningún momento. El único tema propio lleva por título “True
kings of R&R (Souled out)”que lleva la firma Woggles desde el primer
guitarrazo y que es otro llena pistas en la abultada discografía de los de
Atlanta. Cerrando otro clasicazo y favorito personal, hablamos del “Big
Bird” de Eddie Floyd que defienden con nota y que trae a mi maltrecha
memoria la inmensa versión que hicieron los Dt’s con Dave Crider de este
temazo. Con seis únicos temas, negros como el carbón y llenos de
alma, envuelto con una magnifica portada salida de los estudios X10 de la mano
de Scott “Stents” Sugiuchi en donde muestra su admiración por Art Chantry ¿qué más se le puede pedir a un
disco?
Got to have your loving (Hidden Volume Recors7") You Just Gotta Know My Mind (Dangerhouse Skylab7") Sweet, sweet , Sadie (State Records 7")
Todas las referencias de Hidden Volume son un motivo de celebración y en muchas ocasiones celebrados descubrimientos y este single no lo es menos. Desde que vi la portada sabia que tras ese magnífico diseño tenía que haber sonidos que no me iban a defraudar y desde luego que no lo han hecho cuando se han atrevido a abrir este disco con una impresionante versión del “Got to have your lovin’” de Oscar & the Majestics originalmente editado en 1966 para el sello USA Records. El cuarteto de Lyon hacen una perfecta conjugación de soul y garage punk. La base rítmica suena sin fisuras, las voces rozan la locura y te lanzan a la pista de baile, todo ello bajo el magnifico trabajo que Ian Kapaudjian hace a las seis cuerdas. En la cara b otra versión llevada a cabo con autentica pasión “You ain’t tuff” con el órgano como protagonista en esta ocasión y con estas “almas perdidas” invocando el mejor sonido 60’s que te puedes echar a la cara. Actualmente, el original fue firmado por Lidy Blaskey and the Lavells también en el año 66 y medio siglo después cuatro locos no han dudado en seguir desempolvando viejos vinilos, como algún día alguien desempolvara una de las 300 copias de este mas que recomendable artefacto y ya pasto de coleccionista.
Tras el descubrimiento uno no puede evitar investigar sobre la banda y descubre que algunos de sus componente formaron parte de una formación a la que hemos dado cabida en este blog, hablamos de Cavemen V con 7” en Soundflat y Howlin’ Bananas, y que antes de ver el ep anteriormente comentado disponen de una single de debut en el sello Dangerhouse Skylab (Francia), en donde los Missing Souls dan cuenta del tema de Donovan “You just gotta know my mind” pero mirando a los ojos a la versión que apareció en el vol 6 de la recopilación “Girls in the garage” a cargo de Karren Verros, mientras que en la otra cara recuperan el legado de los hermanos Delia de NY con el tema “Bad way to go” que firmaron como The Bruthers. Los dos temas mencionados en manos de estos franceses suenan a gloria bendita que enloquecerá a todo fanático del 60’s punk y se enamorara de la voz de Zaza Sharps.
A punto de cerrar esta reseña aparece en nuestro buzón el nuevo artefacto que saldrá gracias al sello de amigo Mole “State Records”, el cd avance nos muestra a una banda en estado de gracia. De nuevo dos versiones pero ejecutadas con autentica pasión que ponen al día viejos temas, en este caso, solo por la intensidad del fuzz en “Sweet , sweet sadie” ya merece la pena gastarse unas monedas en este disco. El original pertenece a la banda de Colorado , The Teardrops, lo mismo ocurre con “The Alligator” un clásico recuperado por Tim Warren en el volumen 1 del sello Teenage Shotdown a cargo de The Us Four y del cual Ian, Zaza, Ricky y sobre todo Lester a los tambores hacen una lectura para quitarse el sombrero. Tres discos recomendados desde este blog y una banda a la que estamos deseando escuchar con temas de cosecha propia. (Oscarkotj-2016)
Cuenta
la leyenda que Robert Johnson vendió su alma al diablo en un cruce de caminos
para convertirse en el mejor bluesman de la historia; gracias a ese pacto pasó
de ser un músico mediocre a irrumpir súbitamente como un guitarrista
superdotado. Desconozco si Alberto y Diego, es decir Thee Blind Crows, han
vendido su alma al diablo pero es un hecho objetivo que estos gallegos se han
convertido en una de las bandas más interesantes y personales del panorama
nacional en los últimos 5 años. Está claro que su música surge de un cruce de
caminos, una encrucijada en la que convergen el blues y el punk, haciendo buena
esa máxima que popularizaron The Bellrays: "Blues is the teacher, punk is
the preacher". Thee Blind Crows llevan esa frase grabada a fuego en su
ADN, y saben que la retórica y la liturgia del blues gana muchos enteros cuando
se transmite con el puñetazo del punk, dando forma a un sermón que nos
convierte a todos en adoradores de este culto; satánico o divino, qué más da.
Tal vez en ese cruce de caminos, que va de Galicia al Delta del Mississippi,
nuestros amigos invocaron a Satán para dejar de ser dos chavales que hacían
versiones de clásicos del rock'n'roll y del garaje, y convertirse en un huracán
que asola los escenarios que pisa. Siempre será un misterio.
La
realidad es que Alberto "Al" (guitarra) y Diego "Dddelirio"
(batería) cruzan sus destinos en 2008, comienzan con las versiones y enseguida
dan rienda suelta a su creatividad, componiendo temas propios que se
materializan en maquetas, que serán el germen de su secreta poción musical. El
dúo reconoce entre sus influencias a bandas como The Cramps, The Black Keys,
The Jon Spencer Blues Explosion, R.L. Burnside y, sobre todo a unos Flat Duo
Jets a los que idolatran y de los que se sienten deudores. Unas influencias
palpables en sus primeros temas, y que se irán enriqueciendo en futuras
entregas, unas influencias que no se quedan en un mero cruce de caminos, sino
que suponen toda una red viaria coherente y perfectamente estructurada, en la
que no hay lugar para los atascos y en la que el tráfico es frenético. Tras
ganar varios concursos y haber tocado lo suficiente como para crear expectación
y que su nombre comience a circular de boca en boca, deciden grabar su primer
LP en 2012, un disco titulado "Too Blues To Be Punk, Too Punk To Be
Blues", un trabajo autoproducido que recoge algunos de los temas de sus
maquetas y que coloca a la banda en el escaparate musical del país. Ese primer
paso se verá refrendado en 2014, cuando vea la luz "Primitive Loud
Blues", un pepinazo que funciona como manifiesto del sonido de Thee Blind
Crows, un disco que ve la luz gracias a otro cruce de caminos, en el que se
juntan las fuerzas de KOTJ Records, Ghost Highway Recordings y H-Records; una
brillante colección de canciones que comienza a levantar las sospechas acerca
de un posible pacto con las fuerzas maléficas.
Hoy esas sospechas se confirman ante la nueva
rodaja vinílica que presenta el dúo gallego, cuatro pildorazos en forma de EP,
bajo el título "Back To The Cave"; un trabajo que ve la luz gracias
al cruce de caminos que une de nuevo a KOTJ y Ghost Highway, acompañados en
este caso de otros dos sellos nacionales, como son Grabaciones de Impacto y
Pocket's Robots Records. Las evidencias de aquelarre, conjuro y pacto
demoníaco, se hacen patentes cuando sabemos que este artefacto ha sido grabado
en sólo 4 horas en un estudio situado en Roxos, tierra de meigas; más tarde el
mismísimo Jim Diamond, quye repite con Thee Blind Crows tras su trabajo en
"Primitive Loud Blues", masterizaría los temas en Detroit, en sus
Ghetto Recorders, por donde han pasado bandas de la talla de The White Stripes
o The Sonics. El disco se abre con "Like A Storm", un título de lo
más apropiado, y es que en menos de 2 minutos descarga sobre nosotros una
tormenta eléctrica de imprevisibles consecuencias, fruto de la confluencia de
nubarrones de garaje punk con un anticiclón de blues desgarrado y visceral. El
conjuro continúa con un chute de magia negra a través de "Voodoo
Rhythm", primitiva, salvaje e hipnótica, y alcanza su cenit con "Mass
of Muscles" que, para quien escribe estas líneas, es uno de los mejores temas
que han grabado los cuervos; ROCK'N'ROLL, con mayúsculas.
El
ingrediente final viene de la mano de la contagiosa "Do The Jungle",
un tema con un ojo en los Flat Duo Jets y el otro en Hasil Adkins, una canción
capaz de hacer mover el esqueleto del bueno de Robert Johnson y hacerle salir
de su tumba, de regreso a ese viejo cruce de caminos, suplicando una nueva
oportunidad para volver al mundo de los vivos. El colofón perfecto para un
disco espectacular, que encierra las canciones más potentes de Thee Blind Crows
hasta la fecha, y que se envuelve con mimo en una portada roja como el fuego
del infierno, que corre a cargo de Guillotina Estudios, donde hace gala de su
talento Diego "Dddelirio".
Si
después de lo que has leído te queda alguna duda acerca del pacto diabólico
perpetrado por Thee Blind Crows, no lo dudes y compra "Back To The
Cave", no sabemos si la exposición a esta salvajada tiene efectos
secundarios, ni si nuestras almas también se verán hipotecadas por ello. Tal
vez escuchar este disco no te haga mejor persona, puede que no te otorgue
ninguna cualidad especial, pero estoy totalmente convencido de que te va a
hacer pasar diez minutos de frenesí, y que te va a dibujar una sonrisa de
felicidad en la cara que se te va a quedar grabada durante meses. Confesad,
gallegos ¿Qué habéis hecho? ¿Cómo carallo habéis parido estos cuatro pepinazos?
Callad, si queréis, pero vosotros y yo sabemos la verdad. Nos vemos, a la
medianoche, en el próximo cruce de caminos." (Binguero - 2016)
Estos suecos desaparecieron como banda en el año 2000. Tuvieron una
existencia tan efímera que pasaron por nuestras vidas como un auténtico tornado
dejando como legado únicamente tres 7” y dos lp’s. Este nuevo single deja claro
el porque aún se les recuerda y deja también de manifiesto que Mathias es de
esos personajes que no pasa desapercibido, mantiene una voz portentosa y un
talento a la hora de componer temas redondos fuera de toda duda, y es que basta escuchar “Gotta get away” con apenas
tres minutos de duración para hacerte enloquecer a golpe de farfisa, fraseos de
guitarras, y una voz que te pone a bailar el corazón, eso sí, bien secundada por unos sencillos pero
efectivos coros. Una cara A sencillamente enorme que ya vale el precio del
single. En la cara b “Six foot dirty looking beast” con el fuzz tejiendo una
base sónica en la que la banda acopla matices melódicos, increíble la magia que
desgrana el teclado junto a unas voces que literalmente te hechizan. Otra de
esas joyas de plástico para atesorar.
Más droga sonora en formato de siete pulgadas. The Party Lights llegan en esta ocasión con la carta de recomendación firmada por Hidden Volumen Records. Al leer el nombre de este trío de New York no puedo evitar tararear el clásico tema de Claudine Clark “Party Lights” mientras pongo a girar una de las 125 unidades del vinilo rosa chicle de las que se compone esta edición, un detalle que puede hacerte imaginar hacia dónde van los tiros que disparan Ana Anabolic Guitarra y voces, Joan Crew a las cuatro cuerdas y Dave Smilow a los tambores. Tres temas donde las guitarras sacan músculo mientras te engatusan a base de melodía y canciones de power pop del bueno enriquecido con la magia de todas esas bandas en las cuales las chicas nos han ido robado el corazón a los largo de los años, desde las Crystals a las Go Gos sin pasar por alto a Gisela de los inolvidables Screamin’ Targets. Tres únicos temas que piden ser pinchados una y otra vez “He’s gonna hurt you” o “Chances” donde las Shangri-Las cruzan miradas cómplices con los Real Kids. Cerrando esta golosina “Trick Skin”, un tema firmado por el nuevo componente de la banda Elliott Klein que perfectamente pudiera poner el broche de oro a la banda sonora ideal para cualquier adolescente enamorado… aunque la adolescencia quedara atrás hace décadas. (Oscarkotj-2016)
El sello Closer ha vuelto a la carga tras un parón de varios años y lo hace de manera notable,como no podía serde otra manera. No debemos pasar por alto que esta escudería ha puesto en nuestras estanterías vinilos, discos de bandas como Barracudas, Nomads, Pandoras, Dogs, Sunny Boys, Paul Colllins, Kid Pharaon y un sin fin de nombres con los que muchos de nosotros empezamos a descubrir el rock and roll. En su retorno, las nuevas referencias vuelven a apuntar alto y esta que nos ocupa es una clara muestra de ello. Split Squad por si solo puede que no diga mucho pero al descubrir que bajo ese nombre se esconden firmas como la de Eddie Muñoz(Plimsouls), Clem Burke (Blondie), Keith Streng (Fleshtones) que junto a Michael Giblin (Cherry Twister, Parallax Project) que es compositor de buena parte de las canciones integrantes de este disco, ya la cosa pinta bien desde el comienzo. El bueno de Scott McCaughey (YFF, REM) se hace cargo de la producción y de llamar a amigos como Peter Buck, Mike Gent o Hugo Burnham para dar forma a un disco que a todas luces es perfecto. Los temas son redondos, la ejecución impecable,como no podía ser de otra manera, no podemos olvidar que estamos hablando de músicos que se han pasado buena parte de su vida sobre un escenario y se saben todos los guiños de rock and roll sin necesidad de “postureo”. Los temas van sonando y se van haciendo grandes a cada nueva escucha. Imposible resistirse a títulos como “Put it down”, “She is everything”, el propio titulo del disco “Now hear this” , “Hey Hey Baby” temas que son un repaso a la historia del rock and roll en todas sus facetas, en donde pican y llevan a su terreno blues , pop, rock and roll de pintalabios o momentos con mucha alma, tanto en los temas propios como en las versiones que se marcan, impagable la version del “Sorry she is mine” de los Small Faces, las ganas con que Keith masculla “Tinker Taylor” de Terry Reid o la lectura correcta que hacen del “You’ll never change” un tema que en la voz de Betty Lavett nos hace tocar literalmente el cielo. Un disco tan perfecto en su contenido que lo único que se le puede echar en cara y en falta es la osadia de la juventud. (Oscarkotj- 2016)
Una cosa esta clara, hay gente
que está tocada por una barita mágica y Kurt Baker es una de esas personas. Músico
súper productivo con un buen montón de temas redondos en su haber. Uno de sus
muchos proyectos es este KB Combo, con músicos asiduos al barrio húmedo de León. Tras un álbum en
directo Kurt Baker amplia su discografía con un single absolutamente perfecto para el sello
Baltimore. El disco se abre con “Give it up” en donde el bueno de Kurt vuelve a
dejar claro que un primerizo Elvis
Costello no pasó desapercibido por su vida, firmando un tema de infalible
pegada. En la cara contraria “Motion Devotion” con un sonido más cercano a los
garages que frecuentan las bandas que han grabado para Hidden Volume, pero sin
perder en ningún momento la melodía entre un infranqueable muro de fuzz. El diseño gráfico una vez más ¡es
de nota!.
Andre Dahlmann tras la disolución
de los Yum Yums forma esta banda junto a
Line y sus primeras canciones no tardan en ver la luz en Estados Unidos
de la mano del sello Pop Detective, la misma escudería que cobija a nuestros
queridos Deadbeat Poets. En Europa son licenciados por Screaming Apple y
pequeños sellos como Surfin’ Ki no dudan en editarles esas pequeñas gemas de
pop con gancho que estos Noruegos hacen como nadie. Sus dos últimos discos
llegan de la mano de GH Recordings en formato pequeño pero con canciones y
versiones muy grandes, en donde la banda
noruega se divierte tocando pop de sonido edulcorado con deudas manifiestas,
tanto a los grupos de chicas como a los cazurros de Forest Hill. El resultado es un trabajo con unos temas que parecen
sacados de los años dorados de la new wave.
El primer single arranca con
“He’s a Drag” que automáticamente te roba el corazón con una fórmula tan manida
como efectiva, un pop hit subterráneo en
toda regla, que se completa con una cara b para quitarse el sombrero. Para la
ocasión recuperan otro clásico de serie b con el que Sylvain Sylvain abría su carrera en solitario tras la disolución de
los New York Dolls, hablo de “Teenage News” que es el tema que los Dahlmanns
reviven de tal manera que me hacen volver a recuperar aquellos viejos discos.
El otro single repite la fórmula: tema original y versión. “Girl Band” es una
cara A de single redonda, guitarras arrebatadoras, melodía imperecedera, toques
de sintetizador y chica a la voz para enamorarte en poco menos de tres minutos.
“Pop goes the world” daba titulo al
álbum que la banda canadiense Men Without Hats edita en 1987, tema pop de consumo masivo que The Dahlmanns
recuperan haciéndole un lavado de cara más acorde a los tiempos que corren pero
sin perder la esencia de este pequeño hit de los 80’s .
About “Girl Band”.
Mirando los créditos de las
canciones me encuentro con un nombre que me es familiar y firma “Girl Band” (Michael Chaney). El propio Michael me cuenta que esta canción
la hizo para The New Trocaderos pero con otra melodía. Geoff Palmer hizo una
maqueta pero no acabo de convencerle por lo cual cambió la música dejando atrás el toque funky
que tenía en su estado primario para
hacer una versión en maqueta más roquera a cargo de Kurt Baker , pero la banda
ya tenía listas las 15 canciones que darían forma a su primer lp “Thrills and
Chills”. En ese disco Line Dahlmann hacia coros en algunos temas y Chaney no
dudó en ofrecerles ese “Girl Band” que el grupo ha convertido en la cara A de
un single nada desdeñable.
Cuando una banda se hace llamar
Vince Ripper and the Rodent Show, mi mente automáticamente asocia Price
Jack y los viejos shows de radio
emitiendo cuentos de terror de H.P. Lovecraft, más concretamente aquel en que
las paredes de mueven por la vida en penumbra de esos roedores que rara vez
vemos, pero que están ahí. Si además
titulan un disco como un tema de mis adorados Lux e Ivy en el cual homenajeaban
a la vieja película de serie b con el mismo título, la cosa no puede prometer
mas. Como en los viejos comics nervioso saco el disco de la funda y lo pincho
para que por los altavoces disparen los primero ecos de “I was a teenage
worewolf” y el espíritu de Lux revive a cada vuelta del 7”. Las guitarras
suenan lujuriosas y una mueca de aprobación se dibuja en mi cara. La primera
referencia del sello de mi amigo Franky Stine no me defrauda en absoluto. En la
cara B banda sonora radiofónica con voces tenebrosas, theremines diabólicos y
guitarras que arrebañan los mas desdeñables sonidos del rock and roll para unos
y sin embargo básicos para individuos como el que firma estas líneas.
¿Qué puedo decir de estas dos
bandas?, pues que llevo años siguiéndolas, que jamás me handefraudado y que
cada nuevo disco que editan hace que rebusque en mis maltrechos bolsillos para juntar unas
monedas con las que hacerme con sus trabajos. Este doble single ha sido editado
en Portugal por Esgar el sello Chaputa que en sus (hasta la
fecha) pocas referencias editadas da
muestra de muy buen gusto. La banda de Jens Lindberg deja claro que lo suyo es
pura pasión por los sonidos de los 60’s y cada vez tengo más claro que aquellas
viejas formaciones que nos marcaron, hoy sonarían como lo hace este cuarteto. Basta
escuchar la versión que hacen del “Don’t
look back”, uno de mis temas de cabecera
desde el día en que se cruzó en mi vida escondido entre los surcos del mítico Nuggets, el tema de The Remains vuelve a
estar de actualidad en mi garage gracias a estos suecos que hacen una versión más
que aceptable de un tema insuperable. En la cara B saquean otro clásico eterno,
¿quién no ha escuchado “For your love”? el tema de Graham Gouldman que en manos de los
Yardbirds ha quedado como una canción
eterna. Apostaría que esta versión fue
propuesta por el propio Jens en ese estado de enajenación en que se encuentra y
que comparto al 100%. El resultado no defrauda en absoluto y hace que este tipo
de sonidos me sigan volviendo loco.
Por otro lado, la banda de Hans y
Niklas no ha perdido un ápice de pasión en sus más de 35 años sobre las tablas.
Las versiones que se marcan ya fueron editadas en alguno de sus discos, como es el caso del “She ain’t use to be” de
los Ugly Ducklings, un pepinazo de
garage punk de primera calidad que fue incluido en el 10” que el sello Lance
(Canada) editó a estos suecos hace 20 años, en donde se pasaban por la piedra
temas de bandas Canadienses como Teenage Heads,
The Jury o Northwest Company. En
la otra cara de este disco imprimen densidad sónica al “Fire of Love” de Jody Reynols que ya
sonaba aplastante cuando se incluyó en su álbum “Powertrip”. Todo ello
guapamente presentado por Esgar Acelerado. (Oscarkotj-2016)
Jake
Starr & The Delicious Fullness: Gunslinger / Dollhouse - Too much monkey bussines (Ghost Highway Recordings
Single)
Nuevas rodajas de vinilo para
los Delicious Fullness con Jake Starr al frente. Éste ep se gestó
al poco de verse editado su recomendable Lp y ha sido el sello alemán
JanML quien ha puesto a rodar las 300 copias en diferentes colores y cantidades
de que consta esta edición. El disco se abre con una incendiara versión
del “Faces” que The Hangmen incluyeron en su único lp del año 1967
en el sello Monument. Como nota adicional diremos que esta banda es la que
firmó “What a girl can’t do” que los Lyres dieron a conocer en pleno revival
del los sonidos 60’s en los 80’s. Completando la cara A un tema de su lp
“Tastes Good” que literalmente me pone las pilas “Vanilla
Revisited” donde la banda no se anda con tonterías y desgrana un certero
disparo de garage punk con mucha personalidad. Cerrando este artefacto, una
versión en directo del clásico
de los Kinks que muchos de nosotros conocimos
gracias a los Pretenders, efectivamente, hablamos del “Stop your
sobbing”, en esta ocasión Jake cede el micrófono a Kathleen Wilson que
mucho me temo escucho la misma versión que muchos de nosotros.
El otro 7” de esta banda llega
de la mano de Ghost Highway. En esta ocasión Marco vuelve a dar rienda suelta a
su locura vinílica y decide hacer un disco compartido por dos bandas las cuales
aportan su particular visión a temas clásicos del rock and roll. Jake
Starr arremete a golpe de maracas el “Gunslinger” de Bo Diddley mientras
que Dollhouse te entregan al “Too much monkey business” de Chuck Berry.
Todo esto con una portada doble en donde Rubén Suarez muestra su particular
visión de dos discos clásicos de la Chess de los artistas versionados. Como no
podía ser de otra manera, con edición
numerada y limitada según color. (Oscarkotj-2016)
Nueva
banda de todo un veterano que en un solo año ha visto publicados dos singles. Jonathan Von Zelowitz tiene un CV
que puede hacer palidecer a cualquiera, ha pasado por bandas como Rip Offs, Mr
T Experience, Four Slicks, Les Dragueurs y ahora Jon and the Vons grupo en el cual el bueno de Johnny Bartlett ha puesto sus
ojos lanzando a funcionar su sello Hillsdale, sello súper recomendable por
donde han pasado bandas como Fortune & Maltese, Boss Martians, Untamed
Youth, Neatbeats y un sinfín de formaciones altamente recomendables, el single
de los Vons contiene dos trallazos de garage punk sin miramientos. En tan solo
dos minutos “Don’t you want my lovin’” da un repaso a todos los clichés del
genero, la guitarra de Frederic Guillamaud aka Fred Terrible
desprende rock and roll sin concesiones con puñetazos de fuzz, el órgano
suena endemoniado y la sección rítmica no pierde el norte en ningún momento en
que la banda se foguea con esta versión de The Orlons grupo de chicas que a
principios de los 60’s vieron sus canciones editadas por el sello Cameo , “I’m
trying” es recatado del mas primario de los recopilatorios 60’s . Original de
una oscura banda llamada Abstract Sound que tan solo hizo dos singles entre
1967 y 1968, esta versión también tiene el teclado como principal protagonista
aunque con menos toques psicóticos que la original. Estas premisas hacen
de esta referencia del sello de San Francisco una adquisición obligada.
We’re pretty quick (Soundflat single)
El single del sello alemán Soundflat sigue la misma línea y
el quinteto francés agarra otros dos temas ajenos y esta vez apuestan a ganar,
por un lado con el clásico subterráneo de los Chob’s que los Fuzztones y los
Outta Place nos descubrieron a muchos de nosotros, evidentemente hablamos
del “We’re pretty quick” que Jon and the Vons ejecutan con verdadero
entusiasmo. En la cara B se infiltran en una de las escenas más flipantes que
ha dado el rock and roll en los 60’s, hablamos del Northwest punk y en esta
ocasión otra oscura banda llamada Rocky and the Riddlers que con tan solo un
single tuvieron sus cinco minutos de gloria al firmar “Flash & Crash”
incluida en el volumen 4 de los seminales Back from the grave o dar titulo a
una serie dedicada al rock and roll de la zona Noroeste de los Estados Unidos que licenciada por el sello
Norton. Jon and the Vons hacen una infecta lectura de ese “Flash
& Crash” ideal para ganarse un montón de seguidores. (Oscarkotj-2016)
Corría el año 1995 cuando cayó en
mis manos un EP de Doctor Explosion, su título "Eres feo chaval".
Enseguida me llamó la atención su portada, dos tintas y un poco de trama que
ilustraban perfectamente la canción que daba título al disco; una firma en el ángulo
inferior izquierdo identificaba a su autor: Merinuk. Probablemente ése fue mi
primer contacto con un dibujo de Darren Merinuk, un artista al que comencé a
admirar al instante, un flechazo, que a día de hoy persiste y que me llevó a
buscar desesperadamente en la era pre-internet los trabajos de este canadiense,
que destilaban rock'n'roll y autenticidad en cada uno de sus trazos. Han pasado
veinte años y Merinuk sigue fiel a su estilo, a su personal forma de entender
el dibujo, deudor de los comics de los años 40, 50 y 60, influido por los
primeros trabajos de DC y de Marvel, pero sobre todo inspirado por aquella
mágica cantera de dibujantes que fue EC (Entertaining Comics), responsable de
la mítica publicación "Tales From The Crypt". EC fue la cuna de pinceles
superdotados como los de Harvey Kurtzman, Jack Davis, Graham Ingels, George
Evans o Jack Kamen, por citar alguno de los más relevantes talentos que
desfilaron por la editorial estadounidense, y que contribuyeron a desarrollar
un lenguaje formal, narrativo y estructural que ha influido, no sólo en
Merinuk, sino en múltiples dibujantes actuales, como es el caso de Tim Lane o
Daniel Clowes. Si a toda esa coctelera gráfica le añadimos los clásicos de
terror de la Universal, el cine de la Hammer, la serie B (y Z) de los años 60,
los dibujos animados de Hannah Barbera, la televisión americana de los años 60,
y lo empapamos en grandes dosis de rock’n’roll y cerveza, obtendremos la clave
para acceder al privilegiado imaginario de este genial artista.
ilustración y del dibujo, con más de 440 imágenes que ponen en
valor la producción de Merinuk durante los últimos 25 años: posters, flyers,
colaboraciones en fanzines, ilustraciones, tiras de comic (No olvidemos que
Merinuk también ha publicado sus propias historietas, bajo el título de
“Rockin’ Bones Comix”) y, por supuesto, portadas de discos, además de material
inédito. Un libraco que nos hace salivar a todos sus fans, y del que puedes
sentirte parte activa colaborando en una campaña de crowdfunding, que tiene
como objeto recaudar dinero para hacer realidad el sueño de Darren de ver
publicado su primer libro. El disco vendrá acompañado de un CD exclusivo, que
sólo se distribuirá con el libro y no por separado, en el que aparecerán 17
cortes de otras tantas bandas a las que Merinuk ha honrado con sus diseños; el
complemento perfecto para disfrutar de la lectura de este catecismo del dibujo
y del rock’n’roll.
Los diseños de
Merinuk se pueden rastrear siguiendo la pista de todo lo que huela a
rock'n'roll y a underground, de este modo podemos disfrutar de sus trabajos en
discos de surf, power pop, punk rock, garaje, rockabilly; la música clásica del
siglo XX, que decía un conocido mío. Más de dos décadas de producción han dado
mucho de sí, y sus obras ilustran discos de artistas como Hasil Adkins, The
Crusaders, The Vikings, The Monsters, The Boss Martians, Electric Frankenstein,
Curlee Wurlee!, The Incredible Staggers, Skurkarna, The Smoggers... y así
podríamos seguir hasta el infinito, añadiendo además un sin fin de trabajos
para recopilatorios o el diseño de logos e imaginería variada para sellos
discográficos; entre ellos, quizás el más conocido sea el logo del sello alemán
Screaming Apple (a sus pies, Mr.Merinuk). No cabe duda de que si hay un
dibujante relacionado con el rock'n'roll en nuestros días ése es nuestro
adorado canadiense. Todo ese trabajo, o al menos una gran muestra de él, se va
a ver recopilado en un libro de pronta aparición, titulado "Rockin'
Weird", una obra indispensable que verá la luz en marzo del presente 2016.
A través de algo más de 200 páginas, el libro repasa el trabajo de este
monstruo de la de la ilustración
y del dibujo, con más de 440 imágenes que ponen en valor la producción de
Merinuk durante los últimos 25 años: posters, flyers, colaboraciones en
fanzines, ilustraciones, tiras de comic (No olvidemos que Merinuk también ha
publicado sus propias historietas, bajo el título de “Rockin’ Bones Comix”) y,
por supuesto, portadas de discos, además de material inédito. Un libraco que
nos hace salivar a todos sus fans, y del que puedes sentirte parte activa
colaborando en una campaña de crowdfunding, que tiene como objeto recaudar
dinero para hacer realidad el sueño de Darren de ver publicado su primer libro.
El disco vendrá acompañado de un CD exclusivo, que sólo se distribuirá con el
libro y no por separado, en el que aparecerán 17 cortes de otras tantas bandas
a las que Merinuk ha honrado con sus diseños; el complemento perfecto para
disfrutar de la lectura de este catecismo del dibujo y del rock’n’roll.
Abrimos pues la
cripta para liberar a todos los monstruos de Darren Merinuk, que acompañados de strippers, marcianos, zombies, hot rods y teenagers harán las delicias del más
exigente degustador de material gráfico y musical. Demos la bienvenida a
“Rockin’ Weird”, un libro que ha de servir para reivindicar la figura de
Merinuk y difundir su obra, que está, por derecho propio, en la cima de la
ilustración y del dibujo, y que hace de su autor un nombre imprescindible
dentro de la cultura del rock’n’roll de los últimos 30 años. Larga vida al rey,
“The King”, Merinuk. (Binguero -2016)
Cada nueva referencia de
Penniman es una pequeña gema totalmente atesorable y este nuevo single no podía
ser menos. ¿Hay algún lector de este blog que no sea capaz de nombrar una banda
del área de Nueva Inglaterra?, seguro que no, pues hacia aquella zona han
dirigido su punto de mira los responsables de este sello barcelonés y han
recuperado dos temas de The Rising Storm. Una banda de instituto que
amenizaba las fiestas del centro y que llegaron a editar un álbum llamado
“Calm Before….” en el año 1967 para un pequeño sello llamado Remnant . Su edición
fue de 500 copias que desaparecieron rápidamente entre los estudiantes de la
época y posteriormente entre coleccionistas de todo el mundo, esto hizo que la edición
original de este disco alcanzase unos precios desorbitados. En 1982 este álbum
pirateado por el sello francés EVA, posteriormente Aram Heller lo editó
de forma legal en su sello Stanton Park . Este single recupera dos
temas propios de ese mítico álbum, por un lado “I’m coming home” que es la
mejor muestra de esa etiqueta tan manoseada llamada garage punk , jóvenes
estudiantes haciendo rock and roll de la mejor manera que sabían y podían y con
resultados tan alucinantes como este tema, simple pero realmente mágico. En la
cara B “She loved me” con carga de fuzz , pinceladas de psicodelia y folk rock
que años más tarde inspiraron a mis queridos Head and the Hares. Estas dos
gemas de rock and roll adolescente se acompañan de una magnifica portada, y el
aliciente de unas interesantes notas en donde Greg Prevost de los Chesterfield
Kings da cuenta de la historia de la banda. Un disco imprescindible. (Oscarkotj-2016)