Encontrarse
con unos matones no es algo cotidiano y puede que sea por puta casualidad
que es lo que me pasó a mi con estos tipos. Entre la avalancha diaria de
noticias, anuncios y basura me topé con un video de cuatro tipejos ataviados
como los apandadores y montando un fiestón en directo de dos pares de cojones
con un sonido de farfisa que me recordaba a los Rivieras mas molones,
argumentos suficientes para no pasar de largo y prestar atención a estos
Matones que en poco más de 100 segundos me roban el corazón y hacen que les
siga la pista. Y es que son unos jodidos profesionales que no dan sus
nombres tan solo se hacen llamar como #1,#2,#3 y #4, voz, guitarra, bajo y
batería respectivamente con desconocida procedencia. Lo único que
encuentro sobre ellos es que el año pasado tocaron en el Rockin’Reace Jamoboree
de Torremolinos y que el prolífico sello Hi Tide (New Jersey) les ha publicado
su único disco hasta la fecha en donde encontramos ese “Crime Spree” un fiestón
que seguro que hace tintinear los huesos del mismísimo John Belusi. Frat rock
sin complejos en donde nos encontramos las lecciones primarias de Wilson
Pickett, los anteriormente nombrados Rivieras, Ramones o los Untamed Youth tan
intensos como concisos,. En la cara b se marcan un Rock and Roll vacilón en ese
“Junkie for your love” que inevitablemente te invita a bailar. Un disco tan
redondo como conciso, apenas 4 minutos de rock and roll sin aditivos y con una
imagen corporativa que engancha desde el primer momento. A la espera de
nuevas entregas repetiremos su lema:
“Cuando
buscar problemas. ¿A quien buscas? ¡Matones! ¿Quién espera
en un callejón oscuro buscando pelea? ¡Matones! ¿Quién va a
provocar follon en la pista de baile? ¡Matones! Culpables de
rock and roll en primer grado? ¡Matones!”
Los Buzzcocks fue una de esas bandas que dejaron marca y
no puedo, ni quiero dejar de recordar aquella primera vez que sonó en mi
tocadiscos adolescente su “Singles Going Steady”. Comprado en un domingo
matinal en “Cantarranas”, el rastro Pucelano, un disco que no paró de
sonar en meses y que memoricé desde “Orgasm addict” hasta “Something’s
gone wrong again”. Dieciseis temas que nos sacudieron la cabeza con la
conjugación de rabia y melodía. Este año el bueno de Chris Jack tomò
prestadas las canciones de Peter Shelley y les diò una vuelta con su
banda en un lp titulado “Reverberation Addict” (ya hizo lo propio anteriormente
con los un puñado de temas de Kraftwerk en un lp titulado “Twang Machine”
también editado por Topsy Turvy Records). Pero lo que nos ocupa hoy es la nueva
locura de mi buen amigo Marco Padin a la que ha llamado “InstroMondial” que ha
puesto en circulación desde su sello Ghost Highway Recordings. Una
colección de sencillos con bandas a las que ha tapado la boca y dejan que
sus instrumentos se expresen. La introducción viene a cuento a este volumen que
esta en sonando. The Routes agarran a los Buzzcocks y nos calientan las orejas
con temas que hemos escuchado en infinidad de ocasiones como ese eterno “Ever
fallen in love (With someone you shouldn’t´ve?) una maravilla el original y una
gozada la perpectiva que estos chavales han dado a este tema. Arremeten con
“Something’s gone wrong again” y dan lecturas de “Oh shit!” y “Noise
annoys” llenas de reverb, twang, fuzz, un ep que estos últimos días se ha
atrincherado en mi tocadiscos y me niego a sustituir, a pesar de estar el resto
de esta serie instrumental esperando con nombres como Sir Baldy los
Hairies, Hipbone Slim, Messer Chups, Lost Acapulco, Krontjong Devils y Riptide
Rats. Hasta la fecha, edición limitadas como es habitual en GH de 300 copias
(150 en vinilo de color/150 en vinilo negro) y portadas ingeniosas a cargo de
Rubén Suárez. Unas golosinas sonoras y visuales en todos los aspectos. Por
cierto, las versiones que aquí se incluyen son mas rugosas que las que se
incluyen en el lp.(Oscarkotj-2023)
Al amigo Richard
Whig lo sigo desde los tiempos de fanzines en papel con su vieja banda Thee
Flypped Whigs, banda con sonidos afines a Gruesomes, Outta Place, Stomachmouths
y mocosos de similar pelaje. En estos años ha seguido en la cara b de la
acción, en formaciones como Troubled Minds o el proyecto paralelo de Mike
Stax simulando a los Savages de Screaming Lord Such, haciendo radio y
acumulando discos. Desde el año 2017 esta caldeando con su toque de teclas
los garitos de San Diego con estos Allyrgic Reaction en donde ha reunido a
un puñado de amigos que se baten el cobre en bandas como Woggles o los Gaolers
de Graham en el caso de Dan Eletxro en esta ocasión, o Captain Fuzz que milita en los recomendables Loons o los
recordados Let Downs, mientras que de la guitarra y la voz se ocupa Roddy Hugunin. Ha
sido el sello Disques Rogue ubicado en Toulose (Francia) el que ha puesto
en circulación su primer disco con su particular política, rememorando
visualmente al mítico sello Vogue. Los dos temas que aquí encontramos son
“Small Steps” con desquiciados ecos de folk rock de guitarras brillantes, coros
y un incesante teclado que te transporta a la quinta dimensión que
experimentamos con Hillman, Clark, Crosby y Mc Guinn pero bajo el peso de las
bandas que habitan en los recopilatorios Pebbles, un tema de libro que por si
solo ya merece la pena hacerse con este plástico. En la cara b los primeros
acordes de guitarra de “I found you” me atrapan sin la menor
resistencia y no puedo mas que dejarme llevar por las lecciones bien aprendidas
de estos tipos. No me cabe ninguna duda que de estar en 1984 Greg Shaw
los hubiera fichado para Voxx sin pensárselo pero de momento, es Soundflat el
que promete en el año que se nos echa encima el primer larga duración
estos Thee Allygic Reaction que ya estoy esperando poner en mi tornamesa
mientras me alegro por este otro gran acierto del amigo Jean Marc en la
referencia 14 de su cada vez mas flipante sello. (Oscarkotj 2023)
Hacía tiempo que estos suizos no daban señales de vida y con su cuarto lp editado en este 2023 pasan casi de puntillas por los altavoces mediáticos tras editar discos en escuderías como Voodoo Rhythm o Soundflat. Desde Portugal, Groovie Records lanza “Fuzz you!” doce balas de garage punk en toda regla que abre con el instrumental que da título al álbum y que resume el espíritu de la banda: ritmo frenético y actitud desafiante al que le sigue “Avanti la macchina” una oda al automovilismo mascullada en italiano. “No way to hide” es uno de los mejores temas del álbum con todas las manías del género . Mientras que “Party Party Party” invita a bailar sin límites con ese ritmo del órgano que me recuerda a mis añorados Yard Trauma, mezclado con esa fiesta titulada “Schizophrenie” creada en la lengua de Moliere haciendo que tus pies tengan vida propia. Ritmo frenético, armónicas enloquecidas y tambores tribales, otro favorito de libro que levanta el pistón con una lectura del “Do like me” perfecta revisión de un clásico de serie b firmado en origen por los Uncalled For y que muchos conocimos gracias a los Gravedigger V.
La cara b arranca con esa tontuna de los One Way Streets que venía en el volumen uno de los Back from the Grave titulada “We all love peanut butter” y que nuestra única neurona memorizò a la primera. “She don’t like me” brilla con electrizante farfisa a cargo de Tania que es también la clave en “Leave Me” con sobredosis de fuzz. Sacan la vena patriota al revisionar el instrumental “Panam” de sus paisanos The Sevens, populares en los 60’s en Suiza. Con las guitarras echando chispas en manos de estos veteranos, cierran con dos últimos disparos como “She tells me” y “Termine” dejando una impresión acojonante. No podemos pasar por alto a Jorge Explosion y Mike Mariconda que han estado al otro lado del muro poniendo blanco sobre negro. Espero no tener que esperar otros 10 años para volver a saber de estos Robots, de momento vuelvo a ponerlo a girar y van cuatro veces en esta tarde. (Oscarkotj-2023)
Hacía tiempo que no me sentaba ante un teclado para tratar de plasmar sensaciones en una hoja en blanco, ya vamos por el cuarto mes de este 2023 y el goteo lento de artefactos sonoros hacen que se vayan acumulando discos en los estantes de este micro apartamento. Tratando de poner orden me doy de bruces con este nuevo sencillo de los Jackets, banda suiza que ya nos dejaron muy buena sensaciones con sus discos para el sello del marciano Beatman, si no recuerdo mal “Queen of he Pill” fue editado en vísperas pandemicas y desde entonces se paró el mundo para todo bicho viviente. Han pasado casi cuatro años y el trio de Jack Torera, Chris Rosales y Samuel Schmidiger se sacan de la manga un single editado en su propio sello “Wild Noise” con una portada a cargo de Andy Sinboy Luke que hace que este single visualmente no pase desapercibido. Cuando los primeros acordes de “Pie in the Sky” son escupidos por los altavoces sabes que este disco no te va a defraudar, el fuzztone esta a tono, la base rítmica no tiene fisuras y el ambiente psicodélico que el conjunto crea junto a la voz de Jack a medio camino entre Grace Slick y Siouxsie Sioux dan sentido a sentencias como “I’m far away from home and I like it, Everything is new and I can forget the past,……”, no nos haremos preguntas sobre esa letra. En la otra cara A se despachan un reverberante “Misery of man” con momentos pop entrelazados con la flipada mental de cada una de las bandas que completaban el volumen 3 de la serie Pebbles, todo ello perfectamente controlado por el bueno de Jim Diamond. A la espera de verlos este verano en el prometedor Espina Fest voy a poner a girar de nuevo este plastico y a recuperar su ep compartido con The Courettes editado previamente por Chaputa. (Oscarkotj-2023)
Según veo la portada de este lp
me viene a la cabeza el recuerdo de mis adorados Pretty Things en sus primeras
correrías como mocosos locos por el ritmo y el blues y es que los guiños son evidentes tanto en el nombre de
la banda como en el título de este trabajo que recopila toda la carrera de estos suecos.
Mi primera toma de contacto con
ellos fue gracias al single que Screaming Apple les editó a finales de los 90’s. Los dos temas que disparaban, eran
apabullantes, la colisión entre los
Arrows de Davie Allan y sus compatriotas The Creeps en su primer trabajo, con
Peter Carlsson dando muestra de su buen
hacer a la voz y recordando al inolvidable Wally Tax tanto en “Goodbye” como
“Be mine”. Previamente a este disco, habían editado un cd con cinco temas en
donde Anders y Joakim daban un juego magnífico a las guitarras bajo el
incorrupto ritmo de Richard y Kristofer ,
batería y bajo respectivamente, en temas como “I believe”, “Downhearted
man” , “Come here honey” o “Yeah I know” en los cuales, estos tipos seguían los pasos
marcados para muchos por unos enormes Tell Tale Hearts. No tardaron en tener
ofertas para planchar mas singles y colaborar en fanzines como el recomendable
Larsen del amigo Dennis desgranando un “I’m crying” sin trampa ni cartón. El
amigo Trevor de Beluga Records puso en órbita “Payback” y “Love me as I am” dos
gemas firmadas por Joakim Dimberg. Nick
Phillips capo de Curduroy, tambien componente de los Puritans/Breadmakers,
bandas que comulgan de la misma copa que estos correcaminos les proponen un
single ya metidos en el el nuevo milenio y ya con cambios en la formación, dejan
otras dos joyas como “Would you be mine” y “Come on home” esta vez
firmadas por Peter Carlsson.
Toda esta colección de temas se encuentran en
este álbum, además de “Can you be true?” que fue incluida en un recopilatorio
en el año 2003 y dos demos de sus
primero pasos en un lejano 1996 como son “Please don’t go” y “Bring me down”
con el espíritu de unos primerísimos Rolling Stones en cada nada nota. Un
recopilatorio magnífico al que ha metido mano el bueno de Tim Warren en el
sonido y que cuenta con las notas de un pirado Jens Lindberg para ponernos al
día de la historia de estos chavales. Yo, con vuestro permiso, voy a descolocar
los discos de los Maharajas, Strollers, Stomachmouths, Dee Rangers, Wylde Mammuths, Highspeed V,
Livingstones, Maggots, Dee Rangers,…….. (Oscarkotj-2022)
Empezar la semana con noticias
como esta desde luego ayuda afrontar el día el día de otra manera, y los
motivos son varios, por un lado nuevo disco de mis queridos Dany y Jeanette con
sus Looks. Un single que edita ese pequeño, pero recomendable, sello que es
I94afincado en Detroity por último la sorpresa de la cara B de este
artefacto que me toca de manera especial. El disco verá la luz el próximo 25 de
Noviembre y solo puedo decir que la cara que abre este plástico es una puta
maravilla de pop que con un título tan contundente como “You should know” te
atrapa desde el primer acorde, las guitarras te acarician las orejas y los
coros te mecen como esas magníficas canciones que todos tenemos en la memoria
de aquellos grandes grupos de
chicasque surgieron en los 60’s. Entre
melodías y coros se cuelan unas sutiles guitarras que parecen tocadas por el
mismísimo Eddie Angel, un tema que con la ayuda de Anna (guitarras) y Mike
(tambores) roza, a mi parecer, la perfección.
La sorpresa llega en la cara b cuando leo que es una versión del “I’m so glad”
el tema de Skip James. Este single es el numero #7 de la serie dedicada a
Detroit. La duda que me asaltaba al escuchar esta cara b queda resuelta cuando
la banda toma como referencia a los SRC a los que conocí décadas atrás gracias
al ilustre Diego Manrique en un viejo espacio radiofónico.
Dany decide echar mano de la
versión que Scott Richard Case hizo en 1967 de estetema en ese pequeño pero alucinante sello que
fue A Square Recordsfundado porJeep Holland y donde dieron sus primeros
pasos los SRC, Rationals y los mismísimos MC5, amén de alguna banda de garage
menor. Pero no dejemos volar la imaginación y centrémonos en la lectura que del
“I´m so glad” se marcan estas dos parejas, que dejan de lado las melodías mas
melosas y proyectan intensidad en las guitarras buscando la fiereza que Gary
Quackenbush imprimió en aquel mítico single de 1967. La lectura es más que
correcta y a mí, personalmente, el single completo me parece una puta
maravilla. Como curiosidad apuntar que tiene
cuatro portadas diferentes y cuatro colores distintos en los vinilos, para los más adictos al ese tipo de argucias
del mercado. (Oscarkotj-2022)
¡No puedo creerlo! hace 27 años
que este disco apareció en mi vida y da la impresión de que el tiempoapenas se mueve alrededor, una sensación que no logro sacudirme de
encima cada vez que se recupera un disco que dejó algún tipo de marca en mi vida.
Echo la vista atrás y recuerdo
las horas que metía en unas cuantas hojas fotocopiadasen una tonteríaque se hacía llamar KICK OUT THE JAMS,en donde una cantidad de bandas de todo el
mundo me hacían perder la cabeza y sobre todo un sello discográfico (ESTRUS)
queera como una iluminación. Cada nueva
referencia que mi buen amigo Dave anunciaba o editada era motivo de culto. Unas
de esas bandas eran estos mocosos de Spokane en el estado de Washington , que
con su primer single (Here comes trouble , Estrus- 1993)en donde mostraban una
arrogancia digna del macarra mas hijo de puta de tu barrio , unos imberbes
marcados por los Trashmen y los Mighty Caesars/Headcoats que se ganaronla admiración de Mr Crider que no dudó en
poner toda la maquinaria de su sello a disposición de estos inadaptados. No
tardaron en llegar un Lp y ofertas de singles para sellos como Rip Off,Sympathy, Dionysus, Get Hip,en poco más de dos años se hicieron una
discografía digna de atesorar.En mitad
de la década de los 90’s llegó este lp
en donde el diseño de portada a cargoArt Chantry dejaba muy claro la actitud de estos tipos.De nuevo, se hizo cargo de ellos Tim Kerr que
según cuenta la hoja promocional de la época sobrevivió al infierno de dos días en los
estudios Egg de ConradUno (Jefazode Popllama*).
Empieza la bronca con “Little
piece of action” al más puro estilo Childish que deja paso a “Do what I wanna”
con una intensidad que desborda. Las guitarras echan fuego en riff repetitivos
en temas como “Drinkin big wáter”y el
vacile vocal adelantándose unos cuantos álbumes al devenir de la banda. Los
ecos del“Pushin too hard” de los Seeds
lo retuercen sin compasión en“Angry
Young Man”.Descargan“Waste of flesh” ,
Nothing in no time”, “Esmeralda” o “I´m not a social kind a guy” como quien da
una manta de hostias sin conocimientoa
quien tiene en frente. La actitud no decrece en la cara b, con los nudillos
enrojecidos y las ganas de bronca lejos de esfumarse, te miran de frente y te calientan los oídos
con “White bread”, “Try a new lie”, Please kill yourself” o “Hate your games”.
Tema tras temamuestran lo que yo
entiendo como punk rock,ritmos
cuadriculados, actitud, intensidad y la sensación de que les importaba todo lo
justo cuandolevantan el pie del
acelerador con “Sad Little Bug” para dar paso a unode esos temas que se te graban en el cerebro
como “She’s going under” que re-escuchándolaen esta reedición me la imagino en manos de mis adorados Cynics, al igual que la memoria de Stiv Bators con los
Dead Boyshace acto de presenciaen “Getting even”o la de Sky Saxon en “Kind thar kills”. Una
brutalidad de disco que no ha perdido fuelle en todos estos años y que he
disfrutado escuchándolo como la primera
vez.Solo añadir que esta reedición
deChaputa es de 500 copias, esta re-masterizada
por Jack Endino e incluye un encarte de 4 páginas que en su edición original no
existían.Y como provocadores que eran siguen dedicando a todos esos clubs que tanto
les patearon para fuera del local como para dentro de ellos, una portada
–contraportada icónicas. (Oscarkotj-2022)
Me temo que fuimos muchos los que al ir quemando nuestra adolescencia descubrimos a The Tell Tale Hearts con ese R&B frenético y salvaje que nos ponía la lupa en bandas como Downliners Sect, Pretty Things o Count V. Estos mocosos ponían el epicentro del planeta en una ciudad como San Diego en donde la escena 60’s estaba en plena ebullición, como bien se encargaba Greg Shaw de hacérnoslo saber con su sello Voxx en una época en que internet era ciencia ficción. En mi caso, gracias al fanzine Romilar D (eterno agradecimiento a Juan Hermida) estaba al tanto de lo que ocurría en esa ciudad con todas esas bandas ya que en mi tocadiscos no dejaba de sonar el primer lp de los Crawdaddys a todas horas para suplicio de mis padres. Tras la disolución de esta banda, algunos de sus componentes formaron The Mystery Machine de efímera vida, cuentan que las actuaciones que dieron en vida se pueden contar con los dedos de una mano, pero dejaron un tema que no pasaba desapercibido en los recopilatorios que Voxx edita para dar a conocer lo que ocurría en parte del planeta antes de formar los siempre recordados Tell Tale Hearts
Los años han ido pasando y fué en el finiquitado 2021 cuando por fin pudimos ver hecho realidad uno de nuestro sueño, ver editado en un disco propio el legado de Mystery Machine. El sello responsable de esta artefacto se llama Dralasite y esta es su primera referencia en donde recupera ese clásico menor que es “She’s not mine” con la particular voz de Ray Brandes, con David Klowden aporreando los tambores, la afilada de guitarra de Carl Rusk (autor del tema) , un Mark Zadarnowski manteniendo el pulso con las cuatro cuerdas y Bill Calhound creando un ambiente hipnótico con el teclado. En la cara b nos encontramos a la banda reunida en 2012, treinta años después y con las influencias de los Byrds en todo su esplendor. Las guitarras desprenden luminosidad en el tema de Ray Brandes “Wood and Smoke” para dar paso a una lectura del clásico “Show me the way” de los menores Free for all. En estos temas es Dave Fleminger quien se hace cargo de las teclas para completar un disco que por fin es una realidad al que no le falta casi nada. Incluye un par de fotos de la época, edición limitada en dos colores y magníficas notas de Mike Stax que nos sitúa en casa de un adolescente Carl Rusk en 1983 donde se fragua todo lo que este disco contiene.
You might be through the past,… (Heavy Medication Records)
Tell us all a story (I-94 Recordings)
Dos nuevos trabajos de mi adorado Pat Todd y sus Rankoutsiders acaban de llegar a este chigre. El primer single llega desde la Europa del Este, apadrinado por el sello Polaco Heavy Medication y no vamos a engañarnos, los surcos no van a mostrarnos nada nuevo, simplemente rock and roll pero ejecutado con autentica pasión como vienen haciendo a lo largo de los años estos putos veteranos. Te patean el culo con “You might be througt the past…” de cosecha propia que literalmente te tira la silla. Mientras que en la cara b se despachan el clasicazo de Leiber y Stoller “Ruby Baby” que muchos conocimos gracias a Dion y que los Rankoutsiders le dan un pulido diferente a la de infinidad de versiones que existen de este tema, al que en la parte final abren gas para ponerse a mil por hora dejando paso a la última referencia hasta la fecha de estos tipos que no es otra que un siete pulgadas de la mano de I-94, sello que tiene una línea muy clara a seguir y era cuestión de tiempo que Pat Todd formara parte de esta escudería. De nuevo repiten la fórmula de un tema propio para abrir el single, en esta ocasión el disparo de R&R se titula “Tell us all a story” tan previsible como efectivo, con la banda super engrasada, las guitarras inyectando vida en estos tiempos de mierda y el ramalazo de r&b con Patt soplando la armónica como alma que lleva el diablo. En la otra cara recuperan, tras urgar en la cara b del rock, un machacón “Prison of love” de unas de las infinitas bandas que calentaron la escena de Detroit a finales de los 60’s y principios de los 70’s llamados Früt de los que Pat confiesa que llevaba años buscando la manera de recuperar este tema,. “Cuceando” sobre los de Detroit veo que en su día también se marcaron una versión del tema de Leiber y Stoller anteriormente citado ¿casualidad?....
Este single cuenta con varias ediciones en diferentes colores para los completistas mas insanos. Lo cierto es que estos singles llevan varios días agarrados a mi tocadiscos mientras espero su próximo minilp y sobre todo, verlos sobre las tablas este próximo verano que tocaran por la cara en el Espina Fest. Seguiremos informando…
En los últimos años nombres como Neumans, Premonitions o Night Times están en la memoria de todos los que tenemos las neuronas malviviendo por culpa de sonido del fuzz. A esos nombres hay que añadir y seguir muy de cerca a The Wyld Gooms, tipos que facturan punk de garage con la descarada arrogancia que da la juventud. Estos mocosos acaban de estrenar un single en el emergente sello Outro y los dos temas que lo componen te sacuden la vida desde el primer segundo con ese “You did me wrong” en donde la insanidad sónica de bandas como Bees, Benders o los mas frenéticos Fuzztones del “Leave your mind at home” se respira a cada segundo. En la cara b “Doesn’t matter to me” es otra lección de garage punk aprendida al dedillo y ejecutada con nota. Todo ello con una magnífica portada que no da lugar a mal entendidos y con el anuncio de un segundo single que en breve verá la luz bajo la tutela de unos de mis sellos favoritos. Seguiremos informando…
Hace décadas que el nombre de Unclaimed apareció por primera vez en mi vida. No recuerdo el medio, pero si lo que escribían acerca de lo que se estaba cociendo en los Estado Unidos tras el resurgir de una escena que miraba al pasado y que bandas como Pandoras, Yard Trauma, Vipers o Fuzztones destacaban atizando el legado de los grupos de serie b en los sesenta, nombrando como punto de partida de esa nueva escena a tres bandas las cuales llevo disfrutando ya tantos años que he perdido la cuenta. Hablo por un lado de los increíbles Crawdaddys desde San Diego que hicieron que Greg Shaw pusiera a funcionar el sello Voxx, unos primerizos Chesterfield Kings desde Rochester, que no dejaban indiferente a nadie con su sonido y su purismo y por último The Unclaimed desde Los Angeles con Shelley Ganz al frente, un chaval del que decían que estaba tan flipado con los 60’s que absolutamente todo en su vida orbitaba sobre aquella época, desde la estética, los diseños y como no la música. En 1980 otro pequeño sello como Moxie que se nutría a base de recuperar bandas de los 60´s se fijó en ellos y les editó un ep que hoy es recuperado por el amigo Massimo en su sello Teen Sound. Aquellos cuatro temas hoy suenan mejor que nunca gracias al trabajo de Dave Klein que ha sacado brillo a los seminales cuatro primeros temas de la banda sin perder un ápice de la urgencia que se gastaban aquellos mocosos del garage.
El ep se abría con “Time to time” un tema firmado por Sid Griffin antes de conseguir el reconocimiento con los recordados Long Ryders , una canción con guitarras afiladas, con una magia especial y con un alocado final. Mi tema favorito siempre fue “Run from home” firmado por Shelley donde se reflejaron bandas como los Miracle Workers sin ir más lejos. En la otra cara de esta rodaja de plástico nos topamos con “The Sorrow” sin distorsión, sin fuzz, con una base prácticamente pop , con un casi imperceptible y repetitivo órgano y con una harmónica dando personalidad a esta composición de Mr Ganz. Cerrando “Deposition central (the Acid song)” de nuevo firmada por Sid, con un gran pasaje de órgano sobre reverberantes guitarras que rubrican uno de esos eps que los amantes de estos sonidos llevamos años atesorando y que ahora podemos disfrutar de nuevo con diferente envoltorio. Notas a cargo de Mike Stax , Jon Mills, el inolvidable Tim Gassen y Nancy Neon, además de un buen montón de fotos de la banda. Un magnífico trabajo de recuperación que no hace más que afilarnos los colmillos para en breve disfrutar de la también la recuperación de su minilp a cargo de este mismo sello.
En unas pocas semanas el sello suizo cumple 30 años en los cuales nos ha ido infectado las neuronas con cada disco que ha ido viendo la luz a lo largo de esta andadura. Lo que en principio era un trampolín para la banda de su creador, el chalado del beat man y su banda The Monsters, el sello ha ido creciendo y quitándonos prejuicios tocando los más inverosímiles estilos, desde electro punk a polkas alocadas, de música para funerales a sobredosis de feedback que te estallaban el cerebro, pasando por el country rock mascado por europeos que jamás han pisado la tierra de John Ford y sin dejar de lado, por supuesto, los sonidos de garaje que tanto nos enloquecen. Hay que recordar que este sello fué el responsable de poner en órbita a nuestros queridos Wau y los Arrrghs prácticamente a principios de siglo. A lo largo de estos años el ritmo Voodoo tiene estantería propia en esta cueva y este recopilatorio donde nos muestra y deja claro que es un sello que sigue arriesgando y aun así tiene personalidad propia. El disco lo abre el puto jefe junto los apabullantes Monster que ya mismo estrenan nuevo álbum con un título tan clarificador como “You’re class, I’m trash” por si te quedaba alguna duda acerca de sus principios. El tema que incluyen es un adelanto de ese nuevo disco, “Smell my tongue” que como no podía ser de otra manera, es una patada de rock and roll en la boca del estómago que te quita la tontería de golpe y deja que los Bad Mojos te esputen un “Crash and Burn” con actitud punk al igual que su sonido. Destination Lonely agarran el “I want you” de los Troggs y hacen la versión más alucinante que he escuchado de este clásico en mi medio siglo largo de vida. Los Sloks te machacan el cerebro con un esquizofrénico y repetitivo “No wake up”, el incombustible Reverendo junto a Izobel te meten de lleno en los oscuros ambientes donde se mueven los Peaky Blinders con ese “Black metal” que encaja perfectamente en la banda sonora de tan alabada serie. Izobel García tiene protagonismo propio cuando interpreta “Baby Ok” que te transporta musicalmente a mediados del siglo pasado y a esos grupos vocales de chicas en época de guerra, pero quedando la orquesta reducida a la mínima expresión pero con resultado alucinante. El blues mas aplastante llega de la mano de Trixie and the Trainwrecks con “Too good to be blue” que da paso a Dugurutieni, un japonés que mezcla sonidos fantasmagóricos con cabaret y exótica y que me tiene totalmente atrapado con “Acme in the afternoon”. Cuando comienza a sonar “Infeccion” me llegan los ecos del barrio que me vió nacer puestos al día por Nestter Donuts un One Gipsy Man Band desde Alicante que ha rubricado su firma con el baldeo en el contrato que le ha puesto VR ante los ojos, Flamenco Trash que seguramente dará que hablar. Los pesos pesados del sello van dejando su aportación como Sex Organs y ese “Lubrication” robado a los mismísimos Monks, Roy and the Devils Motorcycle con una pasaje de psicodelia cósmica titulado “Learn to loose” realmente magistral, The Devils con el fuzz a punto de reventar en ese “Coitus Interruptus (From a Priets)”. El chute de electro punk marciano llega de la mano de ET Explore Me en ese “Drug me” poseído por Alan Vega. Honsu Wolves unos veteranos tan desconocidos como la inmensa clase que se gastan, busca este “Tell Me” en los canales digitales y cae rendido a sus pies. Cerrando, una de mis debilidades en este sello como son Dead Brothers que ponen la tapa a este artefacto con su buen hacer del que dejan constancia en este “Mean Blue Spirit”. En definitiva, 15 temas que a mí no me han arruinado la fiesta, sino todo lo contrario, me hacen creer en esta locura que se llama Voodoo Rhythm por mucho mucho tiempo.
Me fijo en el nombre de este tipo y automáticamente me vienen a la cabeza nombres como Freddy Linxx, Keving K o Tommy Ray. Por otro lado el sello hace referencia a un tema de los Radio Birdman y algo me dice que esto no puede sonar mal. Pincho la cara a y “She feels like a good thing” me transporta a los callejones donde se han curtido los New York Dolls, Pat Todd o los mismísimos Trash Brats , la banda de Detroit donde Ricky vendió su alma al diablo, melodías, actitud y una fina línea de ojos en un rock and roll de calle sin atisbo de maquillaje. Sus compañeros de fechorías se hacen llamar Rat Pack, con Laura Mendoza al bajo y Joe Leone a los tambores. En la cara b agarran el “Born in Detroit” de los Rockets (banda que surgió de las cenizas de Los Detroit Wheels de Mitch Ryder) con las lecciones del viejo Chuck Berry a la guitarra y los golpes de piano de Jimmie Bones, consiguiendo, en poco más de un minuto, que el corazón sienta un placentero mordisco de genuino rock and roll.
Recuerdo el día que este canadiense se cruzó en mi camino con el tema “Left right to one”, canción imbatible, que me atrapó desde la primera nota con un video clip divertidísimo y a la vez inquietante para el que forme parte de este circo del rock and roll. Desde entonces no paso por alto cada uno de sus trabajos y esta nueva entrega es uno de esos discos a celebrar que bebe de todas las fuentes y les da forma consiguiendo una denominación de origen muy particular.
El disco se abre con “Smile” un medio tiempo de rock and roll en su época más gloriosa empapado de pop y con Dany forzando el falsete por momentos. Unos sonidos de los cuales Stiff records hizo su bandera en la década de los 70’s, sonidos que dan paso a una de las varias delicatesens musicales que contiene este álbum como es “You and Me” en donde los Stones se dan de bruces con Buddy Holly o “Don’t keep me guessin” un tema que Dany escribió años atrás a su compañera y bajista en esta banda Jeanette Dowling y que no puedo dejar de escuchar, con esa mezcla perfecta de pop con música de raíces. Un single redondo que debería sonar en las radios con un mínimo de criterio musical. Cuando “Pick it up” arranca no puedo quitarme de la cabeza a mis adorados Beat, un tema que tiene el mismo pulso que cualquiera de las canciones firmadas por Paul Collins con su mítica banda. El arrebato guitarrero a lo Marc Bolan de “I play guitar”, el siguiente tema, se me graba en la memoria a fuego. La melodía que desgranan las seis cuerdas es la seña de identidad en “Painting my face”, para dar paso a la arrebatadora “Till Jockey’s lament” con Jeanette dando la réplica en las voces en otro de esos temas directos que se te agarran a la mente de por vida. El álbum va ganando enteros a cada nuevo tema como ocurre en “One more hole” un medio tiempo con el bajo marcando la pauta así como en “In other words” que por momentos parece firmada e interpretada por Lennon en su etapa en solitario. Las cuatro cuerdas se desbocan en “Smoke in the sun” y las guitarras echan chispas jugando con la psicodelia y el garage. Los ecos de la Motown y los Clash se aprecian en la adaptación que hacen del tema “Who's Pickin' On You” del músico de Toronto John Borra que originalmente está más cerca del hacer de Dylan. Cierran este cuarto álbum con otra maravilla de pop vitaminado como es “Wanted to be loved”. En definitiva, un disco que pide ser pinchado una y otra vez y que consigue que ame más a estos chicos en cada nueva escucha.
En los tiempos que corren lanzarse a editar un fanzine en formato físico es una labor más que admirable con la cantidad de información que nos bombardea la cabeza a diario. Patri y David desde Zaragoza son los responsables de este boletín cargado de entusiasmo que he devorado en una de esas tardes de verano en donde como un vampiro busco huir del sol, poniendo unos discos a girar refrescando el gaznate con un “six pack” helado de cervezas. Entre las casi 50 páginas que corforman esta revista me sumerjo en la entrevista con Dean Seavers de mis queridos E Types /Decibels y The Krying. Me reencuentro con Edu Sinner y me dan a conocer nuevos personajes como Javi Vicente o los entresijos de la edición del recopilatorio “Vinieron de dentro de…” en donde tipos como Crawlies, Turbios, Balarrasas o Psychophonicos mascan rock and roll con acento maño. Ben Bachman cuenta anécdotas de sus diferentes proyectos (Fuck Knight, High Tiny Hairs o Burning Balloons, entre otros). Sus páginas también me descubren a Scottex Mega Rollo y la entrevista me transporta en la máquina del tiempo mental a mi adolescencia. Cuando me empapo de la historia de Charlie Magira, descubro uno de esos personajes malditos que se suelen quedar en el altar imaginario que cada uno de nosotros tenemos con la consiguiente inquietud de hacerse con sus discos a corto plazo. Sin dejar de lado la subcultura, tan denostada en estos tiempos, repasan libros, discos, cockteles, cine, además de recuerdos enfrentados y puestos al día por los propios protagonistas, artífices de este trabajo, todo esto con una calidad más que notable acorde a las posibilidades existentes y , desde luego, perfectamente enmaquetado. Como fanático de este formato de revista no me queda otra que recomendarlo y esperar a que el numero #3 vea la luz en un futuro próximo, además de intentar localizar sus dos números anteriores. Para hacerse con este pasquín basta con escribir a esta dirección y sus responsables te darán las pautas para recibirlo en tu buzón.
Este único ep de los Blue Macs fue editado en 1982 en una tirada de 200 copias que fueron en su mayoría utilizadas para promoción. Los hermanos Fallon desde Irlanda y Eddie Grzyb desde California, grabaron un puñado de canciones en tiempos en que internet era ciencia ficción y son ahora, algunos de esos temas, los que conforman este ep. “It’s the real time” es una pequeña maravilla de pop con algún destello de psicodelia que muestra las carencias y las excelencias de estos chavales, sonido refinadamente tosco y una inmediatez acorde a los tiempos que corrían dan paso “A lonely girl” otra piedra sin pulir con brillo propio. Los ecos del paisley underground que empezaban a explosionar en medio mundo se perciben en “Bad to worse”. Para cerrar “In touch” otro pedrusco pop que atesora estos surcos y que completa el disco nacido tras una reseña en el Melody Maker. El sello Slash se interesó por ellos pero la banda se disolvió y los hermanos Fallon formaron The Steppes, grabando un minilp para el pequeño sello Mystic, para más tarde ser fichados por el reconocido sello Voxx dejando discos que he desgastado a lo largo del tiempo. Casi 40 años después el sello Meanbean recupera en tirada de 350 copias este ep que ha estado en mi lista de búsqueda durante décadas y que por fin puedo disfrutar en todo su esplendor.
Bickerton es posiblemente mi
sello nacional favorito en estos últimos años y con cada referencia que
anuncian despiertan en mí una ansiedad que hacía años había logrado contener.Te aseguro que su catálogo no tiene
desperdicio alguno y la última referencia que llevo semanas esperando se está
haciendo de rogar más de la cuenta. Este joven trío holandés debuta con un
single que no te deja indiferente en donde muestran la música que ha alimentado
su alma y que ejecutan con total corazón. Basta escuchar los primeros acordes
de “Not Ready”,una pequeña joya de pop
sin pulir como acostumbraban a firmar los
eternos Outsiders de Wally Tax. En la cara b “See that girl” un trallazo de
ritmo y beat sin maquillaje , poco mas de 2 minutos de glorioso fuzz y ecos de
Who y Q65 que me tienen tan volado como cuando escuché a los Tell Tale Hearts
por primera vez.Una auténtica locura de
single que promete continuidad.
Oscar Granero y Carlos L. Vigara llevan un montón de años sacando adelante a The Seasongs con unos cuantos discos a sus espaldas, la mayoría de las veces autoproducidos donde siempre encontramos grandes canciones. Confieso que “Destellos” su disco pre-pandemia era un trabajo tan brillante como invisible. Tras estos meses tan extraños The Seasong entrega dos nuevos temas con su particular firma, una manera de hacer pop que bandas como La Granja o la escudería Rock Indiana han defendido a lo largo de los últimos años. “Canción de lluvia” es un medio tiempo firmado por Óscar lleno de sensibilidad con ecos de merseybeat y finos matices donde las influencias de otras bandas se aprecian a cada nota y sin embargo conservan su firma propia. En la cara b una lectura pop del clásico “Where have all the good time gone” de los Kinks, banda que estos chicos adoran. De nuevo han vuelto a los estudios Village Green y bajo la supervisión de Pepe Bermejo dan forma a este single, de momento digital, que puedes escuchar en su Bandcamp.
Cuando Paul Martin anunció la publicación de este single hace meses la sensación de ansiedad se apoderó de mí como un crio cuando desea algo y no ve el momento de poseerlo. Lo cierto es que tras meses de espera este single ya está sobre el plato y estos dos temas que permanecían guardados en viejas cintas ven la luz. Se trata de temas grabados en 1984 que fue cuando apareció su más que recomendable primer lp. “Pretty Lies” tiene todos los ingredientes que hicieron que perdiera la cabeza de nuevo de la misma forma que lo hice cuando los escuché por primera vez: harmónicas llenas de blues, ritmos entrecortados de guitarra, magníficos juegos de voces y una base de pop contundente pero nada edulcorada. En la cara b “Find another” un temazo que recoge lo mejor de los New Colony Six o Knickerbockers con esas guitarras que son pura vida y, de nuevo, esas magníficas voces que estos chicos conjugaban a la perfección, además de un ululante teclado que me hace recuperar de nuevo aquel “Outta the next!” y recordar años en que bandas como esta me marcaron el camino a seguir. El single viene con extras como una hoja interior llena de fotos del grupo, pegatina con el logo de la bandas, dedicatoria a Bob Chich tipo que escribió las notas a la vez que produjo el trabajo junto a Andy Shernoff de aquel, para mí, imprescindible disco. Se oye por los mentideros oficiales que hay mucho más material inédito de la banda además de la ya anunciada reedición de su primer lp por parte del amigo Massimo del Pozzo en su sello Misty Lane que tendrá cuatro temas inéditos. Mientras tanto, sigo dando vueltas a la cabeza, pensando el motivo por el que Johnny Ramone odiaba tanto a estas víboras.
Ante todo debo dejar bien claro que estos chicos de Arizona me tienen loco, y poner a girar sus discos es sumergirme una y otra vez en su peculiar sonido. Este nuevo título, Modern Living, hace el número cuatro en su discografía y repite cánones con su predecesor “Smidgen Pigeon”. Joe, Jeff, Katey y Josh se han encerrado en el los Midtown Island Studios de Tucson con Matt Rendon, de mis admirados Resonars y con el respaldo de Outro Records, nos infectan la cabeza con doce temas de sonido 100% Rebel Set. Tienen la desfachatez de abrir con un “Gonna be no fun” con el inquietante teclado de Katey a bocajarro, sobre una contundente sección rítmica y ese particular sonido de guitarras de Joe que se mueve perfectamente entre el punk rock y la música surf, unos credenciales con el empaque suficiente como para desear escuchar todo el álbum sin pestañear.“Going out in style” se apodera de tu voluntad sin que seas consciente, dando paso a “The Party’s over” en donde de nuevo la sombra de los Yard Trauma, también de Tucson, se hace visible. El angustioso ambiente que recrean en “Spaces” cargado de tensión, puede ser asfixiante, con un fraseo de bajo imparable. El corazón pop de estos cuatro canallas lo encontramos en esa locura titulada “Anyway I want” con unos coros en donde uno puede dilucidar vestigios de Joey Ramone en la manera de mascar palabras pero con las seis cuerdas y las teclas afianzando el sonido de la banda. Cerrando esta primera parte del disco, mi tema favorito “Nothing to do” con un ritmo frenético que no pierde fuelle ni un solo instante y unas guitarras absolutamente demenciales. “Modern Living” con un imparable bajo que da el pistoletazo a la cara b con temas como “”Everything is fine” que hará las delicias de los más puristas seguidores del revival garage de los 80’s con un con un incombustible sonido de órgano arropando una solida base pop en los coros, al igual que “Best we could find” con una percusión que te traslada a la jungla y unos guiños inequívocos a una de las primeras bandas de Fred Cole que se entreven a través de la personalidad de estos chicos. Sin tregua, te lanzan “Last Time”, “Going Down” otra vez con un bajo hipnotizante y unas guitarras con las maneras de Roger McGuinn tan adictivas que parecen salir por momentos del más remoto y perverso lugar de tu mente. Para cerrar con “Setting Sun” que perfectamente podría haber sido firmada por los Ramones en una noche de farra con The Rivieras, tema que finiquita con nota un álbum que me tienen totalmente atrapado. Sin duda alguna este “Modern Living” es mi disco favorito de garage punk en lo que va de este 2021.
Ángel, el capo de Snap!! Records sigue igual que 30 años atrás cuando creo este sello, con la pasión e ilusión por delante de adversidades. En estos momentos Snap!! Records está más activo que nunca, con infinidad de lanzamientos a cada cual más interesante. Tras algunas referencias que, personalmente, me resultaban poco menos que sorprendentes dada la trayectoria de Snap!! sus últimos lanzamientos confirman lo que siempre abanderó Ángel. Este Lp recupera a unos veteranos Psychotic Youth que se dieron a conocer en todo el mundo a finales de la década de los 80’s a rebufo de los Nomads, que abrieron el camino a infinidad de bandas Suecas y que a mocosos como nosotros nos ponían a vivir, a pesar de la escasa información y de la dificultad para obtener sus discos. Psychotic Youht entraron en nuestras vidas con sus primeros discos de rock and roll con múltiples influencias, las cuales podemos comprobar que siguen intactas en este lp en donde agarran un puñado de canciones que seguro marcaron su vida, empezando por “Talk to Loretta” de los Bostonianos Nervous Eaters, un tema casi perfecto que en manos de Jörgen y sus chicos transmite ganas de rock and roll abriendo boca para el “Where eagles dare” de los Misfits que suenan a continuación. Mi sorpresa llega cuando se lanzan a tumba abierta con el “Action” de los australianos Coneheads que por aquellos lejanos 80’s también nos dejaron unos discos para no pasar por alto, se meten con el “Let the kids dance” de Bo Didley y esto ya es una fiesta en donde uno deja que los pies vayan por libre y le lleven al compás de los primeros acordes de “Make up your mind” el tema de David Quinton que venía incluido en el inmenso Disconnected, tema del que los P. Youth hacen una lectura maravillosa que no puedo evitar volver a pinchar una y otra vez. Resignándome dejo que la aguja siga arañando los surcos y aparezca “Living by numbres” de unos desconocidos para mi New Musik que desde ya mismo están entre los discos a chequear. Cierran la puerta del garage con una acelerada versión del Blues Theme de los Arrows, apuesta segura para quitar dudas a la hora de hacerse con este disco.
Dando la vuelta al disco nos encontramos con Tommy y sus Rockets, que sin ser tan veteranos como los Youth tienen unos cuantos discos ya a sus espaldas y curiosamente, la mayoría editados en España. Tommy también agarra una colección de favoritos como “Listen to the heartbeat” de DL Byron que defiende con solvencia aunque, personalmente, me quedo con la que hicieron los Nuevo Catecismo años atrás. Desgrana “Out of luck” de los Pointed Sticks con entrega pero le falta pegada, sin embargo, me atrapa con el clásico “Heart of the City” ¿quién puede resistirse a Nick Lowe? Metidos de lleno en la década de los 80 nos topamos con los Jags, banda a reivindicar que dejó joyas de pop como este “Back of my hand” en donde Tommy y sus Rockets se transforman en los Beat de Paul Collins. No dudan en recuperar a Kim Wilde y su “Chequered Love”, en esta ocasión con la maravillosa voz de Lucy Ellis (Lucy and the Rats) otro de esos temas que no puedo escuchar una sola vez al igual que dejar de bailar cuando suena el enorme “Some kinda Fun” de Chris Montez, un llena pistas que en esta ocasión vuelve a cumplir su cometido. Cierran con el “Flip Out” de Billy Brown que transforman por completo. El propio Thomas se ha encargado de la producción y ha contado con la ayuda de Geoff Palmer (Connection) en la mezclas. Un lp totalmente disfrutable que de pillarme con 20 años estaría como loco por conocer a los autores de las canciones originales.