Un día que amanecimos con la muerte de Ron Asheton plasmada en las páginas de todos los periódicos, el cuarteto de Pittsburgh ponía por primera vez sus pies en la ciudad del Pisuerga y me sentía como si fuera la primera vez que iba a ver a mi banda favorita durante toda la década de los 90´s. Es sabido que estos cínicos tienen su segunda residencia ubicada en nuestro país y en esta ocasión venían a presentar en esta gira su disco “Here we are”. A medida que llego a la sala, la banda están acabando de dar los últimos retoques al sonido, mientras Michael y Gregg discrepan sobre el sonido de la guitarra y mis recuerdos de aquel primer viaje a Burgos para verlos presentar aquel aclamado Rock and Roll empiezan a llenar mi cabeza (Gregg!!!!! fue en 1992, tengo la prueba, jajaja), como quien se reencuentra con viejos amigos. Desde el escenario mascullan “Kick out the Jams” y los saludos y abrazos no se hacen esperar mientras la gente empieza a llegar a la sala cobijándose del frio que ofrece la ciudad y buscando el calor del rock and roll. Cuando empieza a rugir la guitarra Michael empieza a transformarse como Hyde, sin duda uno de los mejores frontman que te puedes echar a la cara, se hace con el publico a cada golpe de pandereta, a cada gesto, a cada hechizo lanzado a golpe de maracas, sabe como meterse al público en el bolso y juega con nosotros mientras van desgranando temas de sus discos, temas que tienen el estatus de clásicos dentro del repertorio de la banda, los mismo da que sean canciones de sus inicios “Blue Train Station” o de su último disco, en el camino están mas de veinte años de carretera que tienen bien aprovechados, suenan increíbles y a cada nueva canción la intensidad va aumentando, llegando a una orgásmica versión del clásico de garaje “Cry, cry, cry” donde la guitarra llena de feedback toda la sala mientras puedes observar los rostros desencajados del público, caras de satisfacción, de asombro y de tener la sensación de que estar viendo un concierto de ROCK AND ROLL sin trampa, las primeras filas están desatadas y Michael con Jose Cuervo corriendo entre sus venas, se deja querer, entre canción y canción es llevado en volandas tanto física como moralmente, el público pide más y no quiere que estos cínicos dejen las tablas y en dos ocasiones volvieron a dejar constancia de que son grandes, solo era cuestión de escuchar los comentarios tras el concierto para saber que estos chicos han dejado huella entre la gente que los veía por primera vez.(Oscarkotj-2009)
3 comentarios:
Menudo conciertazo Oscar. Muchas gracias a Reducto Sónico por hacer posible tal descarga de enérgico garage!!!
Pepo, hacia tiempo que no los veia y fue un reencuentro por todo la alto, me alegro que te gustaran. Como bien me decias seguian manteniendo la intendidad tras 22 años en la carretera y la misma sensacion que tuve cuando los vimos en Burgos siendo practicamente unos mocosos. Un abrazo amigo.
Publicar un comentario