Cuando en 2014 apareció Tommy
Lorente con “Un Cruel Manque De Tendresse” bajo el brazo, servidor se sintió
vivamente interesado con una colección de canciones que reivindicaba a tantos
héroes admirados durante años (décadas, que ya voy siendo muy mayor). Nombres
que ser asociaban tanto a las canciones como a las propias referencias que
Tommy citaba. Bien, “¿otro candidato a
francotirador de power pop?”, me preguntó un amigo en su momento. Creo que le
respondí con mi habitual escepticismo o cinismo, “habrá que esperar al segundo
baile, a la segunda bala”. Y aquí está en nuestras manos “Stupefaction”, bajo
el auspicio del sello francés YaourtProductions (supongo que su propio sello) y
de los muy encomiables sellos españoles Rock Indiana y KOTJ Records. Y me
gustaría responder a mi amigo que el segundo baile de Tommy es un auténtico
festín no solamente para los amantes del género sino para cualquier aficionado
a las grandes canciones, que aquí están.
Nota previa. Con los años empiezo
a valorar mucho la duración de los discos, de las películas o las páginas de los
libros. Admito que el criterio es un tanto sin sentido, pero las ganas con las
que uno afronta un disco de treinta y tres minutos no son las mismas que ante
casi ochenta minutos. Si ya costaba hacer buenos discos en vinilo con 10/12
temas y una duración menor a los cuarenta minutos, el cedese nos enloqueció con
esas duraciones de vértigo, que al final lo único que servían era para tener
que añadir 5/7 temas de relleno con el fin de aumentar “ficticiamente” la
duración que no la calidad final. Así que primera nota positiva para
“Stupefaction”, diez canciones en treinta y tres minutos. Let´s go Tommy!.
Abre “Poom Tchak Pow”, que nos
apunta el camino que va a seguir el disco: una mezcla y reto de guitarras y melodías, en la línea
del primer disco del de Biarritz, tal vez nada nuevo, pero tan escaso en estos
confusos tiempos. “Arthur” ha sido la tarjeta de presentación del disco, una
cabalgada épica que de inmediato se clava en la cabeza. Uno de esos temas que
uno en su inocente juventud no entendía las razones de que no llegase al número
uno en cualquier lista de popularidad y que con el tiempo comprendes que todo
tu entorno es una mínima parte del mundo, incluso para las listas de
popularidad. “Supernova” es rescatada después de haber sido un single digital
en 2016 y la verdad es que en el conjunto gana sentido, también hemos de sumar
que yo prefiero los formatos físicos a los digitales, por tocar la portada, ver
créditos, etc. “La Rêve Américain” es ese tipo de canciones en la que Tommy se
mueve como pez en el agua, estribillo contundente, rock de raíces sin complejos
y guitarras al viento. “Pareil Au Même” pone un poco de relax y pausa en la
escucha. Un tiempo medio que suena a clásico, con esos coros y esa melodía tan
marcada.
Enfilamos la segunda parte con un
tema de menos de tres minutos, “Luc & Ses Angoisses”, en el que insiste en esas
cabalgadas de guitarra y melodías que tanto me gustan y sigo disfrutando en el
siglo XXI, formalismo pop. Es el aperitivo de “J´Ai Connu Mieux” con entrada
Berry, que simplemente te sube y sube, enganchando al oyente para enseñar una
parte de la historia de aquellas canciones que tanto nos gustan. “Conquistador”
es el himno, una de esas maravillas que el power pop a veces consigue en poco
más de dos minutos, un trallazo sin pausa que se ha convertido en una de mis
favoritas, tengo la sensación que es una de esas canciones que ni le sobra ni
falta nada. “Sexe Luxe Etc” también se había anticipado en formato digital, y tengo
la misma sensación que con la anteriormente citada, aquí entre las demás crece
y cobra sentido. El disco se cierra con “Le Dernier Commissaire”, un notable
punto final de guitarras rotundas que
resumen perfectamente la segunda propuesta que Tommy hace, un puñado de
canciones sencillas (que no simples) que evocan a tantos nombres y que a muchos
de los mismos les encantaría haber firmado. Grande Tommy Lorente. Rock On!. (Tomi-2018)
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