Si hay una banda que me ha
sorprendido a lo largo de este año es, sin duda, ésta que como auténticos Detectores
de Mentiras llegan a nosotros desde Donosti. Cuatro chicos que no dudan en
tomar prestado un tema de los Headcoats para bautizarse y poner al día
influencias que ya desarrollaron en otras formaciones anteriores y que figuran
en el libro de visita de todos los locos que sentimos devoción por el r&r .
Nombres como Nuevo Catecismo Católico o Teen Dogs que tuvieron cobijo en el
añorado y cada vez más influyente sello No Tomorrow. Con esas credenciales se
presentan Eneko, Txiki, Urko y Txema que a golpe de rock and roll cuentan
historias del día a día, sin complicaciones, como la manera de sentirse el rey
del mundo al calzarse unos putos botines que es de lo que nos hablan en
“Chelsea Boots” donde con guiños a MC5 y
Real Kids te inyectan el veneno de esa droga llamada r&r bajo la piel. Tras
esa primera toma de contacto vuelven a poner guitarrazos en el ambiente sin
consideración alguna mientras suena “Viajar” , esta vez los ecos del rock americano fluye
bajo la influencia del sindicato del sueño completando una cara b electrizante.
Me temo que en las mismas
sesiones de grabación de su primer single también quedaron hilvanados los dos temas que se incluyen en este siete
pulgadas. De nuevo bajo la batuta de Jorge Explosión en su Circo Perrotti
Studios los Lie Detectors arremeten con más historias simples y cotidianas para tipos que se emocionan, como un servidor,
al encontrar un disco de estas características en una tienda del género y se
vuelven locos por pincharlo. Como ya sabemos lo que da de si ese gesto, un disco lleva a otro y así nos encontramos con una banda que literalmente entra en combustión
espontanea a medida que el disco gira, de verdad que ¡esto es un cañonazo en
toda regla!. En la cara b “Felicidad” palabra que puede hundirte en la más profunda
de las miserias si te empeñas en buscarla o te permites el lujo de filosofar
sobre ella. En esta ocasión el cuarteto reparte harmonías y se pregunta donde
puede estar su dicha, verdaderamente, sin pretenderlo, me recuerdan a los
Cynics en estado de gracia. Dos discos más
que recomendables, perfectamente presentados, destacando la portada de este
segundo y las viñetas fotográficas con
la temática de una de las canciones del disco en claro homenaje a las viejas fotonovelas. Ahora solo queda
esperar a poder verlos en directo y demandando nuevas entregas con ansia. (Oscarkotj)
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