Cuenta
la leyenda que Robert Johnson vendió su alma al diablo en un cruce de caminos
para convertirse en el mejor bluesman de la historia; gracias a ese pacto pasó
de ser un músico mediocre a irrumpir súbitamente como un guitarrista
superdotado. Desconozco si Alberto y Diego, es decir Thee Blind Crows, han
vendido su alma al diablo pero es un hecho objetivo que estos gallegos se han
convertido en una de las bandas más interesantes y personales del panorama
nacional en los últimos 5 años. Está claro que su música surge de un cruce de
caminos, una encrucijada en la que convergen el blues y el punk, haciendo buena
esa máxima que popularizaron The Bellrays: "Blues is the teacher, punk is
the preacher". Thee Blind Crows llevan esa frase grabada a fuego en su
ADN, y saben que la retórica y la liturgia del blues gana muchos enteros cuando
se transmite con el puñetazo del punk, dando forma a un sermón que nos
convierte a todos en adoradores de este culto; satánico o divino, qué más da.
Tal vez en ese cruce de caminos, que va de Galicia al Delta del Mississippi,
nuestros amigos invocaron a Satán para dejar de ser dos chavales que hacían
versiones de clásicos del rock'n'roll y del garaje, y convertirse en un huracán
que asola los escenarios que pisa. Siempre será un misterio.
La
realidad es que Alberto "Al" (guitarra) y Diego "Dddelirio"
(batería) cruzan sus destinos en 2008, comienzan con las versiones y enseguida
dan rienda suelta a su creatividad, componiendo temas propios que se
materializan en maquetas, que serán el germen de su secreta poción musical. El
dúo reconoce entre sus influencias a bandas como The Cramps, The Black Keys,
The Jon Spencer Blues Explosion, R.L. Burnside y, sobre todo a unos Flat Duo
Jets a los que idolatran y de los que se sienten deudores. Unas influencias
palpables en sus primeros temas, y que se irán enriqueciendo en futuras
entregas, unas influencias que no se quedan en un mero cruce de caminos, sino
que suponen toda una red viaria coherente y perfectamente estructurada, en la
que no hay lugar para los atascos y en la que el tráfico es frenético. Tras
ganar varios concursos y haber tocado lo suficiente como para crear expectación
y que su nombre comience a circular de boca en boca, deciden grabar su primer
LP en 2012, un disco titulado "Too Blues To Be Punk, Too Punk To Be
Blues", un trabajo autoproducido que recoge algunos de los temas de sus
maquetas y que coloca a la banda en el escaparate musical del país. Ese primer
paso se verá refrendado en 2014, cuando vea la luz "Primitive Loud
Blues", un pepinazo que funciona como manifiesto del sonido de Thee Blind
Crows, un disco que ve la luz gracias a otro cruce de caminos, en el que se
juntan las fuerzas de KOTJ Records, Ghost Highway Recordings y H-Records; una
brillante colección de canciones que comienza a levantar las sospechas acerca
de un posible pacto con las fuerzas maléficas.
Hoy esas sospechas se confirman ante la nueva
rodaja vinílica que presenta el dúo gallego, cuatro pildorazos en forma de EP,
bajo el título "Back To The Cave"; un trabajo que ve la luz gracias
al cruce de caminos que une de nuevo a KOTJ y Ghost Highway, acompañados en
este caso de otros dos sellos nacionales, como son Grabaciones de Impacto y
Pocket's Robots Records. Las evidencias de aquelarre, conjuro y pacto
demoníaco, se hacen patentes cuando sabemos que este artefacto ha sido grabado
en sólo 4 horas en un estudio situado en Roxos, tierra de meigas; más tarde el
mismísimo Jim Diamond, quye repite con Thee Blind Crows tras su trabajo en
"Primitive Loud Blues", masterizaría los temas en Detroit, en sus
Ghetto Recorders, por donde han pasado bandas de la talla de The White Stripes
o The Sonics. El disco se abre con "Like A Storm", un título de lo
más apropiado, y es que en menos de 2 minutos descarga sobre nosotros una
tormenta eléctrica de imprevisibles consecuencias, fruto de la confluencia de
nubarrones de garaje punk con un anticiclón de blues desgarrado y visceral. El
conjuro continúa con un chute de magia negra a través de "Voodoo
Rhythm", primitiva, salvaje e hipnótica, y alcanza su cenit con "Mass
of Muscles" que, para quien escribe estas líneas, es uno de los mejores temas
que han grabado los cuervos; ROCK'N'ROLL, con mayúsculas.
El
ingrediente final viene de la mano de la contagiosa "Do The Jungle",
un tema con un ojo en los Flat Duo Jets y el otro en Hasil Adkins, una canción
capaz de hacer mover el esqueleto del bueno de Robert Johnson y hacerle salir
de su tumba, de regreso a ese viejo cruce de caminos, suplicando una nueva
oportunidad para volver al mundo de los vivos. El colofón perfecto para un
disco espectacular, que encierra las canciones más potentes de Thee Blind Crows
hasta la fecha, y que se envuelve con mimo en una portada roja como el fuego
del infierno, que corre a cargo de Guillotina Estudios, donde hace gala de su
talento Diego "Dddelirio".
Si
después de lo que has leído te queda alguna duda acerca del pacto diabólico
perpetrado por Thee Blind Crows, no lo dudes y compra "Back To The
Cave", no sabemos si la exposición a esta salvajada tiene efectos
secundarios, ni si nuestras almas también se verán hipotecadas por ello. Tal
vez escuchar este disco no te haga mejor persona, puede que no te otorgue
ninguna cualidad especial, pero estoy totalmente convencido de que te va a
hacer pasar diez minutos de frenesí, y que te va a dibujar una sonrisa de
felicidad en la cara que se te va a quedar grabada durante meses. Confesad,
gallegos ¿Qué habéis hecho? ¿Cómo carallo habéis parido estos cuatro pepinazos?
Callad, si queréis, pero vosotros y yo sabemos la verdad. Nos vemos, a la
medianoche, en el próximo cruce de caminos." (Binguero - 2016)
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