Hay discos que hacen que te reencuentres con aquel
chaval de apenas 18 años que era capaz de quemar toneladas de calorías en cada
concierto, aquel adolescente con capacidad de sorprenderse y de enamorarse a
cada acorde. Discos que, lejos de hacer un ejercicio de nostalgia, te
transportan a aquellos lugares, con aquellas compañías, con aquellos sonidos
que te han forjado como persona y que te han convertido en un enfermo
incurable, un adicto al rock'n'roll. "Come Clear" puede presumir de
ser uno de esos discos, una colección de canciones impecables que navegan a
través de diversos estilos que han definido el devenir de la música del diablo
en los últimas cuatro décadas.
Que Valencia es una tierra especialmente próspera en lo
que a rock'n'roll se refiere no es, ni mucho menos, un secreto, basta comprobar
los festivales que allí tienen lugar, las bandas surgidas al calor de un
panorama particularmente activo y la cantidad de gente involucrada en mantener
esa llama: músicos, diseñadores, promotores, y todo tipo de agitadores
culturales que hacen de la valenciana una de las escenas más atractivas del
país. En ese paisaje musical surgen The Fingersmiths. Formada en 2011, esta banda
nace como cuarteto, con Antonio a la guitarra, Vis a cargo de las cuatro
cuerdas, Juanlu como batería y Edi poniendo garganta y pasión. No tardarán en
grabar su primer disco, un trabajo compuesto por seis canciones titulado
"The First One, Six Songs", será en 2013. Un año más tarde, la
formación sufre algunos cambios, sale Antonio y entra Tim como guitarra, al
mismo tiempo casi que se suma Rubén, un nuevo guitarrista que dotará de más
músculo al sonido de The Fingersmiths, que finalmente se convertirá en un
potente quinteto capaz de arrasar con todo. "Come Clear" es su
segundo disco, un LP honesto y humilde en su concepción, pero ambicioso y
sólido en lo que a su sonido se refiere, un trabajo que ha visto la luz gracias
al esfuerzo conjunto de 11 sellos (¿récord Guinness?) nacionales e
internacionales; pasemos lista: Dingleberry Records (Alemania), Hovercraft
(USA), Monster Zero (Austria), 59SRS (Rusia), Dead Punx Records (Bélgica), y
Sweet Grooves Records, Ghost Highway, Borx Records, Magazine, Devil Recorder y
KOTJ Records, aportando su granito de
arena desde la piel de toro.
"Come Clear" es un disco de PUNK ROCK con
mayúsculas. Una suculenta rodaja de vinilo compuesta por 12 pepinazos que
recogen lo mejor de la época clásica del género, partiendo de la segunda mitad
de los 70 y sin hacer ascos a los sonidos nuevaoleros ni al power pop, pero que
no se olvida de aquella hornada de bandas (separemos el grano de la paja, por
favor) que en los años 90 pusieron de nuevo el punto de mira de la comunidad musical
en la herencia de los Ramones y sus compañeros de viaje. Y es así como empieza
el disco, con el tema que le da nombre al LP y que deja cierto regusto
escandinavo, mucho más nutritivo y edificante que una visita a Ikea; punk rock
en su mejor versión. Una versión que se americaniza en el segundo corte,
"Through My Window", en el que asoma la alargada sombra de los de
Queens, y que a mí me recuerda a uno de sus principales discípulos,
concretamente a Ben Weasel, al frente de los Riverdales; punk rock vitaminado,
sin adulterar, con el pie en el acelerador, pero sin perder el control del
bólido y sin olvidar la melodía. Una melodía que destapa el tarro de las
esencias y deja salir la mejor cara de la banda, y es que "Goose
Bumps", "Sweet Olivia Song", "Breath On Me", "She
Never Phoned Back" o "I Can Do It" son cinco caramelos que se
devoran con ansia y que producen una satisfacción instantánea; ésa que te lleva
a colocar la aguja en la casilla de salida una vez más. Un repóquer ganador que
se completa con canciones como "Way To Go", un tema con vocación de
himno que invita a levantar el puño, "Forgotten and Forgot" o
"What You Want", que nos remiten de nuevo a los clásicos de la
primera promoción de licenciados en punk rock, "Please Don't Let Me
Down", que abre una rendija para que entre un soplo de garaje en el sonido
de The Fingersmiths, y "Whimper In The Wind", una canción que pone el
punto y final al disco y en la que convergen perfectamente esas dos coordenadas
en las que se mueve el sonido de esta banda valenciana, coordenadas que, lejos
de ser antagónicas, funcionan a la perfección cuando se entremezclan con
acierto: Melodía y energía.
"Come Clear" se grabó en directo (como mandan
los cánones) y en un solo día en los estudios Milensia de Valencia, y cuenta
con otro indudable atractivo, aparte de su sonido, que es el arte de Mik Baro,
un fuera de serie para el que se nos agotan los calificativos y los halagos;
soberbio. Se han prensado 500 copias del LP, 300 en vinilo negro, 100 en rojo y
otras 100 en azul, así que acuda a su camello de confianza y no se quede sin
una, amigo, deslice el disco entre sus dedos, colóquelo cuidadosamente en el
plato, hágalo girar, baje la aguja y ahí lo tiene. No se engañe, ésta es la
única medicina legal que le hará sentirse como si tuviese dieciséis años, y si
todavía los tienes, chaval, apunta este nombre entre tus nuevas bandas
favoritas: THE FINGERSMITHS.
Binguero (2016)
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