En los tiempos que corren que estamos más comunicados que nunca y
a la vez mas aislados humanamente hablando, siempre se agradece la carta de un
amigo. Patrick DiPuccio es el remitente
de la última carta que he recibido, un viejo amigo al que jamás he visto y
posiblemente jamás conoceré en persona. Desde
Los Ángeles vuelan las noticias, allí es donde da cuenta del último
disco de su grupo The Condors, una de las miles de bandas que viven y mueren en
la ciudad de los sueños a diario. Antes de leer nada sobre el disco “Joie de
Vivre” pongo los temas a sonar y el sonido tan personal de la banda pone música
a unos minutos de mi “vida”. Abre el disco “Matter of Fact” y la clase de la
banda inunda la habitación, riffs clásicos de corte canalla que te engañan con
la dosis de melodía necesaria para engancharte sin que seas consciente de ello.
Con una banda sonando tan perfecta, tan compacta y con tanta clase que parece
irreal, cuando el piano de “Girl
Trouble” repica sobre tu corazón y las guitarras empapan de vinagre
las cicatrices aun sin cerrar y vuelves a pellizcarte para asegurarte
que no es un sueño y lo que suena es tan real como la vida que estás viviendo.
Ecos de los Faces en cada guitarrazo que Mr Pooch arranca a las seis cuerdas.
La veteranía es un grado y dejando de lado sus influencias de peso nos topamos
con un instrumental en toda regla ejecutado con maestría y apartando de lado el
virtuosismo vacio que en ocasiones contienen este tipo de temas, que para la
ocasión, cuenta con el respaldo de Tony Fate (Bellrays) a las cuatro cuerdas.
Cuando empieza a sonar “When you call
out my name” un escalofrio recorre mi espina dorsal mientras un entrecortado y
afilado ritmo de guitarra acompaña un estribillo que no puedo dejar de repetir
“…..Can't
stand it tonight, Everything's
alright , Don’t you get uptight ,
Tonight, tonight, When you call out my name….”, pero la sorpresa llega cuando
mi memoria se reactiva y los primeros acordes de “Tell it to the judge” ponen
mis neuronas a funcionar con un tema que no me resulta desconocido, los ecos de
mis queridos New York Dolls y bandas de similar pelaje me hacen buscar con
desesperación y encuentro que ese tema era de The Blow Up la banda en la que
Pat militó a finales de los 70’s y de la que dimos cuenta en este espacio unos
años atrás. Me afano en ello y, acumulando pesquisas, descubro que este disco
es un pequeño homenaje a aquellas canciones de juventud firmadas por DiPuccio,
canciones que tras escucharlas en su formato original puedo afirmar que bajo la
mano The Condors ganan muchísimos enteros dando otro punto de vista a temas que
pasaron sin pena ni gloria durante los 80’s y que en su mayoría nunca fueron
grabados más que en alguna cinta durante algún concierto en directo. Aquí
suenan directos, sin fisuras, con temas
como el que da título a este disco como “Joie the vivre” pop, con nervio,
intenso y con un saxofón que hace que tu corazón se altere. De nuevo los
Angelinos han dado toda una lección de clase, aunque sea para una minoría nada
ruidosa.
(Oscarkotj-2017)
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