...Amanece
otro día gris en mi ciudad… A pesar de estar en plena primavera, las últimas
jornadas de Abril no parecen reflejar la idea preconcebida de tal estación de
año, miro a mi alrededor y la cantidad de discos apilados dejan constancia de
la dejadez de las últimas semanas con la promesa siempre incumplida, por otro
lado, de poner orden a tanta música, pero el día no da mas de sí y el panorama
que crea el plomizo color del cielo y el acompasado golpeteo de la lluvia en
los cristales solo invitan a sentarse y dejarse mecer por canciones. Tras
semanas esperando para optimizar gastos, que dicen los entendidos, las últimas
referencias del amigo Juanma están de forma física a la vista y entre ellas el
segundo disco grande de Angel Kaplan que es, sin duda, el ideal para acomodarse
hoy, como decía antes, en el sillón poner la aguja sobre los surcos y dejar que
las 45 revoluciones por minuto desgranen las doce nuevas canciones que componen
este “Pictures from the past”, un título que releo una y otra vez y que tras
los primeros acordes de “Like a ragged old puppet” me transporta a un millón de
imágenes cargadas con recuerdos de vivencias acaecidas en los últimos días con
una intensidad indescriptible, un tema con una sensibilidad sonora que roza la
perfección y que da paso a “What nobody knows” que me trae a la cabeza lo mejor
de los Teenage Fanclub. El viaje a través de la música continua con “Hurting
dog” en donde el steel guitar me lleva por las carreteras que surcan y se
entrecruzan en mi imaginación, mientras
las canciones con el calificativo de sublimes llenan de retratos sonoros repletos
de melodía y sentimiento la habitación, en ocasiones con ecos a George Harrison
como en ese “Back to nowhere land”, a Dave Davies en “Ridiculous love song” o llamando la atención
a los seguidores del power pop con mas fijación en el término pop que Ángel
dignifica en títulos como “Sorry for myself”. Y ya éste tema me hace
interrumpir el estado místico de bienestar en que me encuentro, haciéndome rebobinar
mientras vuelvo a escuchar una, dos,
tres…pierdo la cuenta… ese “Away from the storm” temazo donde los haya, de esos
que se quedan de por vida en tu cabeza. A cuarenta y cinco revoluciones
llegamos a las guitarras de “Your empty eyes” y a las escarceos psicodélicos de
“Dream from the night before” que cierran un disco hecho desde el corazón, con
la ayuda de amigos. Un disco que es una
postal escrita y enviada a cada escuchante de manera personal e intransferible y
de la que cada cual sacará sus propias sensaciones. A mi, personalmente, me ha
hecho perderme y levitar al compás de sus canciones, con su música y sus letras
creando una insuperable banda sonora para mis recuerdos más cercanos… (Oscarkotj-2012)
3 comentarios:
el mejor disco nacional del año y posiblemente de todo el mundo
y para mi gusto mejor que el primero (que me encanta)
saludos
Desde luego es un disco para atesorar a lo largo de la vida.
Una semi escucha desde el trabajo gracias a la web de Sunny Day y aún no sé si llegué a terminar mi jornada laboral para salir corriendo a por él. Un lujo de disco al completo, canciones y cuidado formato.
Saludos.
Publicar un comentario