Este disco es una auténtica locura de genuina psicodelia. Nada de pasajes largos de lánguida acidez sonora, cada tema es una pequeña pesadilla de guitarras desquiciadas. Las comparaciones con los Elevators y demás bandas tejanas de los 60’s es obvia tras escuchar los temas que este trío de Seattle desgranan, y es que la similitud vocal con el alucinado Roky Erickson se mete en tu cerebro impunemente después de oír cada canción que lo conforma. Tras escuchar el tema que da comienzo a este disco ya nada es lo mismo, la guitarra de “Puppet on a string” es como un taladro, el ritmo entrecortado es hinóptico, los coros son alucinógenos y los sólos de guitarras de una crudeza brutal, sin duda uno de los temas de este verano 2011 en mi jukebox particular. Las marcianadas sonoras de “Hallucinojenny” pueden bloquearte y dejarte deambulando errante al otro lado de la realidad, la sencillez de “I’m a ghost” los ponen a la altura de los Gories mas primarios que más tarde se sacuden con un blues de reverberantes guitarras en “High Nooon Blues”. Te pueden volver loco jugando con los altavoces mientras los sonidos se van de uno a otro en esa psicodélica "Dewayne’s Drone”, o se sacuden un tema de punk garagero en toda regla ambientado en las guitarras de este país en que vivimos bajo el título de “The Other Side”. Sin duda un grandísimo trabajo-debut en formato grande que afianza y consolida lo que ya presentaron en aquel single previo para este mismo sello. Una recomendación personal si te gusta arriesgar y consigues controlar la mente para que no te quede pillada mirando el atractivo vinilo multicolor cuando éste gira dibujando espirales mientras, de nuevo, las guitarras te arañan las neuronas de principio a fin dejando sonar “Little war in the midwest” para cerrar el disco. (Oscarkotj-2011)
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