
En su
nueva reencarnación, Jake Starr ha contado con Nathaniel Osgood a la batería,
Louie Newmyer, a las cuatro cuerdas, Kathleen Wilson, que se encarga de la
guitarra y del farfisa, y Sean Crowley, como guitarra principal; una banda
compacta que encaja perfectamente con la garganta de titanio de Jake Starr, un
matrimonio mejor que el del gin tonic con el pepino. KOTJ Records y Ghost
Highway vuelven a unir sus fuerzas, en este caso de la mano también del sello
japonés AM Records y de los americanos Strange Music, en una alianza de
civilizaciones que ha dado como resultado el primer LP de Jake Starr and The
Delicious Fullness, el excelente "Tastes Good!": Maracas,
pan-deretas, fuzz, alaridos, botines, farfisa ¿de verdad hay alguien que pueda
resistirse a algo así? La gran novedad de "Tastes Good!" es que todos
los temas son originales, lo que supone un paso de gigante en la personalidad
de la banda, que abandona las ver-siones y cualquier atisbo de revivalismo para
facturar su propia creación; una poción mágica que te pondrá a mover los pies y
el flequillo (si lo conservas) desde el primer corte, la instrumental
"Theme from The Delicious Fullness". La prodigiosa garganta de Jake
está afinada para el rock'n'roll, y en el garaje se mueve como pez en el agua,
así lo demuestra con el segundo tema del disco, "Yummy", que entre
aullidos coquetea con el frat, o en el tercer pelotazo del LP, la más ácida
"Vanilla Revisited". El cuarto tema del disco "A Place Called I
Love You", es más melódico, menos crudo y abierto a un pop anfetamínico,
pero, sin duda, dos de los grandes momentos de "Tastes Good!" vienen
de la mano de "Ognir's Nut Gone Frosted Flaykes" y "By The Grace
of Mod", sendos monumentos al GARAJE con mayúsculas que nos hacen pensar
en los mejores Chester-field Kings. Pero no se vayan todavía, aún hay más,
denle unas maracas al bueno de Jake Starr y aprenderá a aullar, "Learning
To Howl", interpretada por Sean Crowley, mantiene el tipo y da forma a una
especie de frat-punk marca de la casa. Conforme nos acercamos al final la banda
aprieta los dientes, y se saca de la chistera otro pepina-zo, "Dying On
The Vine", garaje primitivo, guitarras afiladas y tambores de vudú, para
después cerrar el disco con "10 C.C.", que recupera la versión más
punk rock de Jake Starr. "Hong Kong Phooey Fade In" pone el broche
perfecto a "Tastes Good!", y lo hace a modo de instrumental, tal y
como comienza el album, cerrando un bucle sin fisuras del que nunca más
querremos salir.
Jake
Starr y los suyos han cocinado su debut a fuego lento, sin precipitarse, para
ello se han tomado un tiempo de rodaje en el que han entregado material de muy
buena calidad aunque con temas ajenos. Ahora se quitan el mono de trabajo y se
ponen sus mejores galas para presentarnos sus propias canciones y deleitarnos
con este magnífi-co LP, un disco, en el que también hay que destacar el
sobresaliente trabajo gráfico de Jourdan Betette, que ha de situar a esta banda
donde se merece y que supone el rena-cimiento de Jake Starr, enrolado ahora en
la armada del garaje, con la que podemos asegurar que va a dar mucha guerra.
Parafraseando al gran Juanito Wau, no me queda otra que gritar a los cuatro
vientos: ¡Sí, sí sí, el Garaje ya está aquí! (Binguero - 2014)