sábado, 19 de marzo de 2011

Nick Curran

Primeros días de un año con mal agüero y la noticia de que un joven rocker a punto de dar a conocer su último disco padece un cáncer de lengua me sobrecoje. Miro sus fotos promocionales y un tipo a medio camino entre Mick Jones, Brian Setzer y Sylvain Sylvain me mira desde el papel cuché, como desafiándome a mi y a la enfermedad que  hace palidecer a cualquiera que tenga un mínimo contacto con ella, diciendo con su mirada que estás ante una estrella del rock and roll: brazos tatuados, elegancia de suburbio y rock and roll en sus venas movida por un corazón que ha latido al ritmo de esa música desde su infancia. Nacido en plena vorágine punk un 30 de Septiembre de 1977, su padre le inyecta la pasión por la música,  con tan sólo cuatro años  trata de enseñarle  a aporrear tambores, con poco menos de diez años cambia los tambores por las seis cuerdas y siendo un teenager forma parte de la banda de su padre, un rodaje indispensable para entender lo que este hombre ha llegado a ser hoy  día.
Su destreza a la guitarra, le vale para ganar algún concurso y dentro de un circuito  donde solo tiene cabida el rock and roll y el blues, llama la atención de todo el mundo que lo ve. Con poco más de dieciocho años, el rubio platino Ronnie Dawson que hizo que moviésemos nuestros huesos rockeros gracias Poison Ivy y Lux Interior se lo lleva de gira como guitarra durante unos meses.  No tarda en causar sensación y una tejana pelirroja de larga y ondulada melena le tira los trastos para que la acompañe con su banda, los Jaguars, banda en la que Nick permanece durante dos años mientras un nuevo siglo hacía acto de presencia.  En el verano de 1999 recibe la oferta de grabar su primer disco en solitario y con todos los elementos de un purista del rock and roll graba “Fixin’ your head” con instrumentos vintage, tomas sencillas, tocando como T-Bone Walker y cantando como Lloyd Price, músicos que dejaron la lección bien enseñada en la cabeza de Nick . Los discos se suceden y “Nitelife Boogie” llama la atención a todos los seguidores del Swing, R&B, Boogie. Jimmie Vaughan de los Fabulous Thunderbirds, ya sabía de los discos de Nick Curran y cuando este se trasladó a Austin el señor Vaughan le invita a compartir escenario con él y de aquella noche sale la colaboración entre ambos que se ve plasmada en el álbum “Doctor Velvet” con dos temas,  “Midnite Hour” y “Lonesome Whistle Blues”, donde la salvaje voz de Nick se funde con la elegante guitarra de Jimmy , y es que un elegante Nick vive el sueño de cualquier joven reflejado en una portada  donde las chicas guapas, los coches caros y el excéntrico artista reflejan un estilo de vida que todos los mortales alguna vez hemos soñado. Mientras a ritmo de Otis Rush, los dos reyes del blues Albert y Freddy, conviven con Luis Prima y los Sonics. 
Los Thunderbirds proponen a nuestro hombre unirse a ellos y entre los años 2004 y 2007 Nick deja su huella en la banda tejana pero licenciando antes un nuevo disco,  su título  “Player” y en esta ocasión con la colaboración de Kim Wilson, que sacude babas a la harmónica  en los temas mas enraizados del disco, mientras que el espíritu por el lado más salvaje del rock and roll se aprecia en la alucinante versión que Nick hace del “No Fun” de los Stooges, llevándola a su terreno y dándole ritmo. No duda en formar una banda de punk rock llamada Degüello  donde tratan de unir el sonido de Little Richard con los Ramones, aporta su experiencia a los punk rockers Flash Boys y aparece de forma fugaz en la serie “True Blood” como no podía ser de otra manera que tocando rock and roll.
Actualmente  con unos Lowlifes sonando más viscerales que nunca, con un Nick Curran dejándose el alma por hacer honor a Little Richard con un disco que bajo el título “Reform School Girls” te hace vibrar desde el primer tema “Tought Lover”, hasta “Rocker” que lo cierra.  Te agarra el alma con los dientes y la sacude como un perro a una presa. Temas  donde las guitarras son veneno, la voz esta poseída por el espíritu del verdadero rey del rock and roll y el ritmo no da tregua. Un disco indispensable que quizás no guste a sus seguidores más puristas pero que tiene la estampa del más genuino rock and roll en sus surcos, desde el respeto a las gloriosas bandas de chicas, al sonido más crudo de los Sonics, sin pasar por alto el duelo de voces, guitarras y estilos entre Curran y Phil Alvin de los Blasters en ese “Flyin’ Blind”. A pesar de que acaba de terminar una gira, donde todo el mundo ha caído rendido ante este chaval, ya estamos deseando volver a sentir como nos vocea asegurándonos que esos tumores han sido un mal sueño mientras masculla ese “baby you,re crazy………”.
(Oscarkotj-2011)

Texto promocional para la posible gira de Nick Curran a mediados del 2011. (Anulada) pero sin perder la vista a otro proyecto en donde Nick pondrá la guitarra..............

1 comentario:

Stormy dijo...

GRAN ARTICULO

pero en el no aparece la que es su mayor influéncia tanto en la forma de cantar como en la de su fraseo de guitarra

JOHNNY GUITAR WATSON el maestro tejano

y en segundo lugar GUITAR SLIM el maestro de New Orleans