domingo, 20 de marzo de 2011

Louis and the Wildfires

El sur de California siempre fué como una zona prohibida, pero la cultura hispana no era indiferente a la explosión juvenil que fué el rock and roll en la década de los 50’s, dando a esos sonidos  una seña de identidad propia. En el recuerdo de todos nosotros queda la figura de R. Valens, sin obviar las bandas de garage en los años 60’s de las cuales dió buena cuenta Lee Joseph en los recopilatorios “East Side” donde bandas de nombres como Cassinos, Thee Impalas, The Escorts o The Premiers ponían más picante a temas clásicos, dejando constancia de un gran numero de muchachos que vendían su alma al rock and roll bien mirando hacia los jóvenes de Inglaterra que daban que hablar, como a las bandas del país de al lado. Hablamos de Los Apson, Los Locos del Ritmo, Los Ovnis o Los Yakis descendientes directos de los aztekas. Más recientemente en el libro de Marc Spitz  y Brendan Mullen “Tenemos la bomba de neutrones”  el responsable del Vex Club desmiente  ese dicho que decía “Si entras en el East L.A., te juegas la vida” y que mantuvo durante años a las bandas que pululaban por los Angeles de acercarse a semejante lugar y jugarse el pellejo en la frontera.
Ya empezado este milenio unos mocosos a los cuales el rock and roll en su manera más primaria hace que les hierva la sangre en las venas, deciden montar una banda de rock and roll y comienzan a tocar por esa zona con  Luis Arriaga al frente.  Directos contundentes,  donde el veneno  vía intravenosa,  inoculado por Chuck Berry, la factora Sun, los Cramps y todos los rockers de mirada canalla  que prendían fuego a sus guitarras en los 50’s se aprecia en sus canciones. Un sonido que no dejó indiferente a Reb Kennedy que tras verlos en un festival,  donde él y su mujer eran los únicos gringos del recinto, negocia entre cervezas, tras el concierto, la posibilidad de sacar a los Wildfires un lp. Así es como nace Wild Records, sacando  a la luz doce disparos de rock and roll  donde la base musical a cargo de  Víctor Méndez y Ángel  Hernández no da tregua a un ritmo frenético, mientras las seis cuerdas de Santiago Bermúdez son la mecha para ese pelotazo de dinamita sónica que son los Wildfires con un Luis que se sabe al dedillo todos los guiños del los viejos discos de rock and roll… gruñe, chilla, vocea y canta  mientras temas como “Wild in my head”, “I hear voices”, “Come on babe” o “Mouth Hug” suben tu ritmo vital  hasta donde la adrenalina se dispara. Temas  escuchados por Billy Miller, capo de Norton records, que  no duda en hacer un nuevo lanzamiento del disco desde sus oficinas de la gran manzana. Disco que les valió al cuarteto para que los amantes del rock and roll en todo el mundo pusieran sus ojos en ellos. No tardamos en conocer un nuevo proyecto de Luis Arriaga  llamado Lil Luis and the Wild teens con discos licenciados para Wild records, incluso un proyecto  donde este voceador se junta a gente de los populares Hives para hacer un disco de rock and roll sin más, bajo el nombre Dragtones   donde los suecos aseguran estar disfrutando tocando ese tipos de sonidos. Ahora los Wildfire se lanzan a la carretera de nuevo y cruzan el charco para demostrar en esta lado del océano lo que ya dejaron muy claro en la frontera que delimita Norteamérica y America Central. (Oscarkotj-2011)



Texto para la gira de  Wild and the Wildfires por estos lares que finalmente ha sido cancelada. Sniffffffff!!!!!!!!!!

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